Encantos que no te alcanzan, condenas irremisibles, imperfecta perfección. Y aunque insista, aunque me empeñe, aunque tú no te des cuenta, aunque quiera lo imposible sabiendo que es lo mejor, no cambiarás. Y en esa perdición, también yo pierdo.
Seguramente, en la escala de Juan Ruíz de Torres, este poema tiene una oblicuidad elevada. Cuando el poeta utiliza sus armas, la carga poética del texto pesa. Y es un placer ese peso sobre la retina del lector.
Imperfecta perfección, Perder en una perdición.
ResponderEliminarMaravillas el oxímoron, la paradoja y la metáfora.
Cambiar no siempre es lo mejor.
Un abrazo.
Seguramente, en la escala de Juan Ruíz de Torres, este poema tiene una oblicuidad elevada.
ResponderEliminarCuando el poeta utiliza sus armas, la carga poética del texto pesa. Y es un placer ese peso sobre la retina del lector.
*completamente de acuerdo con Ybris.
Besos.
laura
es un poema de cuando empezaba
ResponderEliminar(gracias, laura, por el favor de la selección)
Tenemos que aceptarnos como somos, con todas nuestras imperfectas perfecciones.
ResponderEliminarUn beso, poeta.