domingo, 25 de diciembre de 2011

Volvemos después de RRMM






Mi chistera vacía





Mi chistera vacía, como un mago
que ha agotado sus trucos.

No hay ases en mi manga
ni extraños artificios
con que engañarte.

Me presento ante ti tan
solo
con mi palabra.

(Inédito)


Juan Antonio González Romano


sábado, 24 de diciembre de 2011

No permitas que escriba malos versos





No permitas que escriba malos versos
(este se te ha escapado, por ejemplo).
No consientas poemas sin sentido,
que a nadie le interesan.
Paraliza mi mano si arroja una palabra
de más, vacía o sin porqué.

Hiela mi voz o quémame el aliento
si es lo mío lo único que canto.
Si dijera transida o incorpórea
sométeme al castigo de los justos.
Hazme callar entonces, callar siempre
si solo lanzo al aire mis lamentos.

Permíteme decir lo necesario,
aquello que es preciso, lo que atañe
al solo corazón del hombre solo:
la verdad esencial de la poesía.



Juan Antonio González Romano


viernes, 23 de diciembre de 2011

Imitación de Catulo





Déjame que te bese
mil veces más
y que cuando termine
vuelva a empezar.
Pero te advierto:
siempre pierdo la cuenta
cuando te beso.


Juan Antonio González Romano


jueves, 22 de diciembre de 2011

Coplas





Yo no sé nada de ti,
ni quién eres ni a quién amas…
Sin embargo, no me importa:
de mí tampoco sé nada.


Cuanto más pasan los días
y más vueltas le voy dando
más comprendo que la vida
tampoco me importa tanto.


Por mucho que ahora te duela
guárdate un poco de llanto:
que aunque la vida sea corta
será el sufrimiento largo.




Juan Antonio González Romano


miércoles, 21 de diciembre de 2011

A veces tengo miedo de mí mismo




A veces tengo miedo de mí mismo:
me miro ante el espejo y sólo veo
la imagen de una sombra ante el abismo
insondable de un Dios en que no creo.
Soy solo soledad sobrecogida,
una gota que cae y no halla el fondo,
una sola pregunta repetida
que por más que lo intento no respondo.
Si ser feliz no es nada más que un sueño
y la renuncia siempre nos rodea;
si inútil viene a ser cualquier empeño
y nada el fondo de cualquier idea…
¿por qué esta desazón? ¿Por qué este espanto?
Vivir, sólo vivir. No pido tanto.



Juan Antonio González Romano


martes, 20 de diciembre de 2011

He buscado tu nombre en cada cuerpo





He buscado tu nombre en cada cuerpo,
tu cuerpo en cada nombre he deseado;
la luz de tu tristeza en cada mano,
la savia de tu mar en cada pecho.
He llorado tu boca verso a verso,
día a día tu olvido he proclamado
y ahora me doy cuenta del engaño
de nombres, cuerpos, luces, savias, besos.
Mañana me echaré tu olvido a cuestas
y un Sísifo seré de ardiente carga,
un Tántalo que toca y bebe y ama
y nunca halla remedio a su condena.
Me siento tan cansado y tan confuso
que apenas si recuerdo lo que busco.




Juan Antonio González Romano


lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Por qué no he de sentirme enamorado



¿Por qué no he de sentirme enamorado
-lo mismo que estás tú, según me dices-
aunque no nos comamos las perdices
ni mi hogar sea castillo ni encantado?
¿Por qué no he de rozar tus labios tiernos
con besos prolongados y profundos?
Aunque sé que son sólo unos segundos,
¿por qué no he de soñar que son eternos?
No: no es amor tan sólo el que se siente
con ansia permanente y duradera
ni el dolor es más leve, ni la espera
más lenta, más ansiosa o más urgente.
Amor es sólo amor cuando un instante
te lleva a ser feliz, y eso es bastante.




Juan Antonio González Romano


domingo, 18 de diciembre de 2011

Semana dedicada a Juan Antonio González Romano






Instrucciones para olvidar





Buscar las huellas fugaces del silencio
y apresar la resonancia
que sigue excavando sus orillas.

Remontar el surco
de esa huida
que ensordece el aire
y naufraga
sobre las olas deslumbradas
del deseo.

Buscar los rastros invisibles,
escombros de una luz quebrada
por la interrogación del viento.

Y apagar el crepúsculo
con la última gota
del recuerdo.



Inés Ramón


sábado, 17 de diciembre de 2011

Graffiti





Parpadea
dentro de una mirada
pintada sobre el muro.

Atraviesa
con su eclipse inmóvil
todos los ríos de mi existencia,
convoca
mis peces invisibles
prisioneros en redes de cenizas.

Mira
una sombra de dientes apretados,
el vértigo que tiembla
avanzando hacia la nada.

Instaura la certeza
de habitar un tiempo que devora
los gritos de la huida,

Me clava
al laberinto de insomnio.

Y me cose en la frente
una búsqueda
infinita.




Inés Ramón


viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Qué amor...





¿Qué amor
teje un velo
en el paisaje del ser?

¿Qué voz espanto
viste las ruinas
del entonces?

¿Qué irresistible pájaro
duerme
en la herida que soy?



Inés Ramón


jueves, 15 de diciembre de 2011

Intentar decirte la noche con fuego entre los dientes





Intentar decirte la noche con fuego entre los dientes.

Intentar disolver el silencio irreductible,
dibujar la voz que sí me pertenece
aunque respira en las grietas de la ausencia.

Intentar decirte un nombre
que envejece desnudo sobre el tiempo.

Intentar buscarte en el fondo
de los ojos de la tarde.

Y creer
que germinaba la vida
en mi palabra.




Inés Ramón


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Eres





Eres
un fuego
de miradas entreabiertas.

Eres
la violencia que me nombra,
el sueño que regresa,
que avanza,
retrocede,
y se vuelve pensamiento.

Eres
el tiempo que vibra
y esculpe las noches y los días,
que busca un cauce
en las cenizas
de mi voz.



Inés Ramón


martes, 13 de diciembre de 2011

El secreto arde con la boca abierta





El secreto arde con la boca abierta,
jadea
como una jaula sin voces
detrás de las cortinas.
En el espacio que queda
la trampa de los ojos turbios
manosea el collar de mi dicha.

Soy un trapo que atraviesa
el rumor del viento,
que pregunta
al lagarto de niebla
cómo quebrar el movimiento de su lengua,
cómo soltar
la oscuridad sin puertas,

cómo acabar
ese concierto agónico,
cómo envenenar
su baba repugnante.



Inés Ramón


lunes, 12 de diciembre de 2011

Una grieta se abrió en mí como una lágrima





Una grieta se abrió en mí como una lágrima.
Desgarró mi desnudez,
mi perfecta simetría.

Y fue
agrietándose la noche,
el tiempo
agrietado;
los misterios,
agrietados;
los soles
chorreando cenizas
por las grietas.
Los despojos,
los miedos,
todos los vértigos,
agrietados.

Y fue en mí sedienta herida
para beber a sorbos el rocío
y sus reflejos dorados,
para respirar
la inmensidad sin grietas
y abrir
aquel jardín perpetuamente ahogado.

Y libre, por fin, sin equipajes,
sin despedidas,
volar,
surgir,
llegar
al otro lado.



Inés Ramón


domingo, 11 de diciembre de 2011

Semana dedicada a Inés Ramón




la fuente de la vida




lluvia, frío, viento
y a veces algo de nieve

ese era el panorama
del que disfrutamos
hace poco en Praga,
mi chica y yo

errábamos por
calles con aristas kafkianas
y yo iba hundido:
las noticias no eran buenas

durante aquellos paseos
luchaba por no desmoronarme

sólo podía pensar en
algunos versos sueltos
de javier das y de
ana pérez cañamares

no dejaba de imaginar
qué aspecto tendría ella
cuando se quedara sin pelo
y sin fuerzas por la quimio

ella:
me refiero a mi madre,
la que me dio la vida

esta vida que aún sufre,
este corazón hecho jirones
allá, perdido en algún rincón
de las calles grises de Praga.




José Ángel Barrueco


sábado, 10 de diciembre de 2011

derrama versos sobre el poeta muerto



raúl núñez,
compadre
en la lucha:

enterraron
tu pellejo
hace 15 años

ningún premio
lleva tu nombre
no han rescatado
tu obra narrativa
y pocos de los que
te alabaron en vida
te recuerdan ahora
en la muerte: estás
maldito y olvidado

pero no te aflijas:

porque tú
perteneces
a las calles viejas,
a las aceras sucias,
a las tabernas donde
bebemos vino barato,
a los ojos de las viudas
aún tristes y aún bellas,
a los hombres que
rugen de fracaso,
a los tugurios plenos
de putas y de beodos,
a los rastros donde
se juntan los débiles,
al pueblo llano
y a la gente sencilla

nos perteneces
a nosotros
a quienes, contigo,
comprendimos
que el sabor
de lo auténtico
no está en la banca
sino en un poema
escrito a tiempo.




José Ángel Barrueco


viernes, 9 de diciembre de 2011

roberto



de madrugada,
verano de 2005

me acababan
de operar de
una fístula
y tenía el sueño ligero
a causa de las pastillas,
los dolores y las vendas

mi móvil
recibió
un mensaje

en la pantalla,
una de mis tías
había escrito esto:

roberto se ha suicidado

ella dormía a mi lado
y no quise despertarla

no pude decirle que roberto,
un primo lejano, estaba muerto

dejé el teléfono
y me zambullí
en la noche
en las sombras
en mi dolor callado
en el silencio del luto
en el misterio de su desaparición

traté de descifrar
su amargura y
el peso de su sentencia
vi su cara joven,
ya marchita por las depresiones

y pretendí imaginar
quién lo habría encontrado
y cuántas noches pasaría sin dormir.




José Ángel Barrueco


jueves, 8 de diciembre de 2011

réquiem por estas botas



las jubilé el día de reyes
me las regaló mi viejo
hace ya muchos años
tal vez cinco o seis, no sé
con ellas conocí a mi chica

con ellas circulé por los caminos
las veredas y las sendas
las calles y los parques
anduve por tierras remotas
cambié de domicilio y de ciudad

botas recias, botas de otoño e invierno
hechas a mano, forjadas para recorrer
muchas millas, construidas para durar
y sostener a hombres de pie inquieto
las botas de alguien que corre, pero no avanza

no fui muy lejos con ellas puestas
no alcancé grandes propósitos
pero me enseñaron a resistir
me enseñaron que el viaje es interior
estas botas están hechas para caminar

these boots were made for walking
unas dr. martens made in england
con 16 agujeros para los cordones
cosidas a mano, no pegadas
oil fat acid petrol alkali resistant

resistentes a todo
botas negras, descoloridas
por la lluvia, el alcohol y los cruces de caminos
desgastadas por las grietas y los roces
y con aberturas por las que se metían el agua y el frío

las despedí el día de reyes
me sostuvieron en el fracaso
y en los trayectos, en el amor y en la batalla
me ayudaron como si fuéramos hermanos
me protegieron en esta guerra que es la vida.




José Ángel Barrueco


miércoles, 7 de diciembre de 2011

la alfama



barrio de la alfama
suburbio obrero y
laberíntico
cuestas y escaleras
muros teñidos de graffiti
fachadas con grietas
tiestos en los balcones
olor a pescado frito
marujas comentando
la sobremesa y el calor
de mediados de agosto
un hombre asa sardinas
a la puerta de su casa
dormitan los gatos
la ropa se seca
en los tendales
curiosean los turistas

una terraza en la calle
restaurante “alfama grill”
bacalao dorado
sardinas
vino y postre
de vez en cuando
pasa por delante
algún yonqui
hostigado por el mono
mientras nosotros
reponemos energías
él gasta su último
esfuerzo en llegar
a ninguna parte.




José Ángel Barrueco


martes, 6 de diciembre de 2011

fingiendo




encuentro
en la calle
a un amigo
y
me dice:
estuve con
tu padre
ayer.
te puso
a parir.
y mi
sonrisa
forzada,
fingiendo
que no
me importa.



José Ángel Barrueco

lunes, 5 de diciembre de 2011

el silencio del tirano




nos reuníamos por las noches
en la cocina, para solidarizarnos
conversar y permitir un flujo de humor:

mi madre
mi hermano
mi hermana

alrededor de la mesa,
muchacho, aquello fluía

como estar en una cena de antiguos colegas
ya sabes: camaradería, buenas vibraciones, relax

pero todo lo bueno dura poco
minutos después de habernos reunido
se oía la llave en la cerradura,
seguida de un portazo violento
y la sensación de un nudo en la garganta:
una presencia incómoda
entrando por la puerta,
el marido y padre irrumpiendo en casa,
llenando las paredes
de malas vibraciones,
de enfado, de rabia, de odio, de tensión

nos mirábamos entre nosotros
y un silencio espeso y terrible
se abría con su llegada

entraba murmurando algo: hum,
abreviatura de su saludo cotidiano

nadie reía
nadie hablaba
nadie estaba cómodo

cuando él
se sentaba a la mesa,
nosotros huíamos sin hacer ruido
a otras habitaciones, a leer, mirar la tele
o, simplemente,
a reunirnos de nuevo los cuatro,
como si aquello fuera una conspiración
contra el tirano y su silencio autoritario.



José Ángel Barrueco


domingo, 4 de diciembre de 2011

Semana dedicada a José Ángel Barrueco







Sin tregua





He jugado al despiste conmigo misma,
puse los dados en tu mano,
y ahora ruedan bajo asfalto.


No es desamor,
cuando sigo amando,
es el espectro de un mal "juego"


Y yo, cada vez

más virgen para más adúltera,
más puta y más confesa,
cada vez,
más experiencia.




Mayte Albores


sábado, 3 de diciembre de 2011

La hondura, en mi




Me duele el silencio,
y como todos los ecos
de la noche lo traicionan.

Me duele llorarte

y fingir
que no me duele,
cuando todo me duele.

Cuando hay
un desgarro tan hondo,
se van necrosando
las ganas de seguir.

Resucité,
para morir de nuevo,
y deseo que pase
esta agonía,
porque ya no sé
por lo que luchar.

Y si esta lucha,
es sólo mía,
me resigno a la amargura
de perder antes de jugar.

He hablado de amor,
y de entrega,
y he rezado siempre
por ti.


Pero hoy me levanto,
desnuda,
descalza,
y me retiro
sin hacer ruido,
para no molestar
el descanso del día,
o el aroma de la luna.

La eternidad,
no es una vida sin ti,
es un solo silencio,
o una sola frase
que querría borrar
de tus labios.

Y el dolor,
la existencia
de esos labios
que no pueden
borrarse...

Que no pueden
borrarse... de mi.



Mayte Albores


viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Ya no más!




¡Se acabó!
Soy tuya y no me tendrás
Y, sin tenerme,
sabes que mis labios
no besarán la traición de cada día.
Mi cuerpo se ha enfriado con la pena
porque el hielo envenenado me ha abierto los ojos.

No llores por mí,
que conmigo me basto sola
para exprimir mis ojos secos
que ya diluviaron.

Este es el punto de un ¡se acabó!
y un hasta luego que no te aseguro si llegará.

Te quiero.

Te quise, no sabes cuánto.

Y espero, deseo,
que te vuelvan amar con tanta locura...



Mayte Albores


jueves, 1 de diciembre de 2011

Puta




Soy una puta por tu boca.
Soy una puta por tus ojos.
Me llamas putas y me deseas.
Y yo, no me vendo a tus palabras.


Podré comerciar mi cuerpo
En una cuneta desgastada
Tendrás la puta, pero nunca,
de la mujer, alcanzarás, el alma.


Soy una puta porque me compras
Soy una puta porque me gastas
Me insultas desafiante sin saber, "ja-ja",
Que una puta sin un hombre como tú
De puta, no tiene nada.



Mayte Albores