miércoles, 30 de abril de 2014

Tocarte


Tanto poema por no poder tocar,
tener manos pequeñas para tu corazón.
No alcanzo aquel columpio de las fotografías,
universo simétrico, las dobles
sombras rubias. Te recuerdo pasando las hojas
de tu vida. Y una nube de té.
Entonces nos conocíamos apenas.
Tampoco eso ha cambiado, ni mi altura:
es demasiado el aire y yo no alcanzo,
no alcanzaré jamás a darte agua.
Créeme si te digo
que no quise tocarte de otro modo.
Como quien llena un vaso,
como si de tus sueños dependieran
los nenúfares. La piel
nunca fue lo importante.



Martha Asunción Alonso

martes, 29 de abril de 2014

Corazón de naranja





Al pastor alemán que tú recuerdas, trotando por tu infancia,

lo atropelló un tractor cuando creciste.



Se nos cayeron luego los vencejos,

como guantes raídos, de las tardes azules,

tardes de manos llenas, cielo bajo.



Miro cómo mi abuela,

los ojos muy abiertos, fervorosa,

está exprimiendo un zumo en la cocina;

miro temblar sus manos, debajo de esas manos

miro girar el sol, aroma antiguo,

sangre pura del tiempo más redondo,

corazón de naranja que aún nos ciega.

No queremos morirnos, no queremos…



La miro y habla sola en la cocina,

mientras exprime un zumo como quien reza un salmo,

apura la inocencia y el candor, bebe memoria.



Miro temblar sus manos. Y el almendruco estéril,

la tapia; blanco sucio para trepar de sed,

amarga adolescencia, fruta viva.



Son cosas que brillaron antes de que te fueras.



Martha Asunción Alonso






lunes, 28 de abril de 2014

The house among the roses (Monet, 1925)




Todos la señalaban con el dedo, asentían,

se alejaban para observar mejor, muy fijamente,

como niños siguiendo una cometa por la playa.



Una mujer incluso usaba unos prismáticos,

muy seria y sigilosa, la cabeza inclinada,

igual que si escrutase un mapa falso del tesoro.



Yo me sentía imbécil. Recuerdo que pensé: quizá

la casa entre las rosas esté fuera del cuadro,

donde nadie la piensa,

allí donde se nubla tu mirada.

Quizá hayamos perdido el tiempo buscando el animal,

nunca su sombra;

el destello del sol sobre la fuente, no la sed.



Seguí pensando un rato, como ciega,

mientras los japoneses sonreían.



Porque tal vez la casa sólo fuera las rosas

y aquel cielo turquesa,

alegría compacta y lumbre fácil.



Hoy creo que la casa entre las rosas siempre fuimos

nosotros. En su busca.



Martha Asunción Alonso


domingo, 27 de abril de 2014

domingo, 20 de abril de 2014

Semana de relax...volvemos pronto





En los surcos umbríos de mis ojos



En los surcos umbríos de mis ojos
En la mirada triste que navega
En el pecho casi roto
En lo poco que queda de mi cuerpo
En los silencios que provoco
En lo más profundo de mis sollozos
En los siglos en los que vivo tu ausencia
Yo siento que tú ya no estás
Y en trozos de amor me rompo.


Ana Vivero

sábado, 19 de abril de 2014

Eres paisaje entre la bruma de mis días




Eres paisaje entre la bruma de mis días
Te atisbo en mi mirada
Estás naciendo a mí como nace el sol tras una fría noche de invierno.
Lanzas tus rayos insolentes y todo se descubre a los pies de tu luz de fuego.
Habitas el cielo para mí.
Entre jazmines me allanas el camino a tu esencia.
Y aprietas el paso enredándote por mi cuerpo en verde hiedra.
Acaso una piedra interrumpe mi paso,
tu piel de arena adormecida,
se arremolina en el soplo del viento
y juega a cambiarme el destino como si fuera agua.
Juegas con el día y lo vuelves de colores.
Cáliz de frutos sagrados sirves a mi mesa.
Eres tú, melancolía de otoño, copo dulce de nieve,
alegre primavera y verano de agua fresca.
Ven
Ven hacia mí.
Deja que mis ojos se embelesen.
Que disfrute del perfume de tus flores más de cerca.
Ven.
Y quédate aquí.
No anochezcas jamás sin brindarme las estrellas.



Ana Vivero

viernes, 18 de abril de 2014

Podría amarte aún más.




Podría amarte aún más.
Amarte más de lejos.
O mucho más cerca.
Caer sobre tu cuerpo
como hierba fresca recién segada.
Y volverte primavera
Podría amarte con locura
en la cordura inestable
de tu cuerpo que cimbrea.
En los cantos que te llaman en mis poros.
En mi respiración.
En mi duermevela.
Podría ser agua de tu cauce
Alas de tu libertad surcando el cielo.
Deslizarme como gemido entre tus piernas.
Derramarme en ti como aguacero.
Pero te amo así.
Como yo quiero.
Desde mi sueño.
En lo más profundo de mi silencio.



Ana Vivero

jueves, 17 de abril de 2014

Ámame despacio



Ámame despacio
Que vayan abandonándose las horas
Que tu boca me de el respiro
de conocer en un suspiro
como sabe el amor
que no se nombra

Y ámame en la frente
en los labios
en mi volcán de bosques y rocas
Ámame paciente
Abanderándote en mis sombras

Ámame por las calles
en los silencios de las derrotas
en la fuente que me bebe
en el universo que se asoma

Ámame entre palabras
cautiva entre tus brazos
o libre como paloma

Pero ámame sin miedo
a corazón abierto
sin horas
Como si en esta vida
solo quisieras amarme
y jamás amar a otra.



Ana Vivero

miércoles, 16 de abril de 2014

Un relámpago de sueños



Un relámpago de sueños
hormiguea mis espacios escondidos
Sabe a volcán
A grito
A dulce gemido
En preámbulo mi boca
se acerca al infinito
Simiente y fruto dormido
Fantasías de la noche
se acurrucan en el calor divino
En la piel resbaladiza del jardín
entre hiedras y jazmines tupidos
se aposenta tu reino dulcemente
Y sucumbe el mío.



Ana Vivero

martes, 15 de abril de 2014

Verte



Verte
Verte a solas
Entre la gente
En un libro
En una melodía

Verte riendo
Triste
Cansada
Silente
Como lluvia
Con prisa

Verte irradiando
cálida como sol
O como nieve
en mano fría

Verte en las hojas
En el viento
En el semáforo verde
En el reflejo del estanque
En la mano que se despide
En el azul de mediodía

Verte siempre
sin que estés nunca
es mi agonía.


Ana Vivero

lunes, 14 de abril de 2014

Podría ascender


Podría ascender
por el suspiro que escapa de tus labios
mezclarme con tu saliva
aquietarme dulce y empapada.

Podría subir
aferrándome a las formas de tu palabra
Adherirme a tu boca
Calmarme las ganas

Tendría que volverme aire
Puede que lo haga
¿Qué no haría yo por ti?
Para tenerte todo, me volvería nada.


Ana Vivero



domingo, 13 de abril de 2014

Semana dedicada a Ana Vivero




La intención era deshonesta






la intención era deshonesta

se trataba en definitiva

de vivir en vos

sin tener en cuenta que eras monoambiente

y que apenas si podíamos andar

con los pies desnudos

sin estorbarnos/



León Peredo








 

sábado, 12 de abril de 2014

Te decía






te decía ...

mirá

esto es lo que quiero:

cocinarte algo rico

acomodar tus zapatillas bajo la cama

dejarte en el espejo del baño una notita

cazar en el aire tu mano

derribarla

acometerla de besos

hacerte reír

porque sabrás que la risa es una ciudad

donde nunca llueve

donde los negocios regalan sus mercancías

te decía

es tan sencillo como esperarte en la puerta

o que me esperes con dos o tres libros

sobre la mesa y que me digas sentate

y oírte leer

declamar el verso

y también esto: meterme con vos en el día

tocar los peces que nadie ve

porque andan todos corriendo de un lado a otro

tocar el ala gris de las cosas

porque todo tiene su vuelo oculto y divino

mirarte abrir los ojos

tomarte algo conmigo

y salir a la calle convencidos

de que el mundo

al final de cuentas

tiene sentido/



León Peredo







viernes, 11 de abril de 2014

Dabadabadú






dabadabadú ...

tengo que dejar el yo

tenés que dejar el vos

el gran problema con los pronombres

es que rajan un individualismo descollante

tendríamos que rayar siempre un nosotros

a riesgo de que no se nos tome en serio

por ejemplo: nosotros quiero tomar mate

siempre siempre un nosotros

por ejemplo: nosotros te llamé por teléfono

pero no estabas a dónde fuiste sin mí

por ejemplo: nosotros te amo

por ejemplo: nosotros leo asiduamente poesía

abolir el yo

el super yo

el macroyo

el microyo

prohibirlo bajo amenaza de decapitación peniana

o ceseción pezoniana (según el sexo árido del yo)

destrozar con una tenaza paraguaya

ese

pronombre singular

de la primera persona gramatical

que nos hace tan dramatical el oficio de

abrir los ojos a la vida y ser no un triste yo

que anda mirándose los zapatos sino un nosotros

nosotros agua de leche

nosotros las construcciones de razón

nosotros en tiempos de paz

nosotros dabadabadú

nosotros su cuerpo desnudo y las paredes

un tren una pitonisa las últimas hojas del whisky

yo hecho caballo mecánico

macronosotros es la hora de invadir el Monasterio/



León Peredo






jueves, 10 de abril de 2014

Atacama






atacama ...

nadie sabe nada

nadie sabe luna dónde por tus costillas o

nadie sabe cuán peligroso puede ser un heliodóptero

a las tres de la mañana

en una jaula deteriorada y sucia

nadie te vio manteniendo en la punta de la nariz un libro

que estaba garabateado con onzas de azufre

solo por detenerme cuatro segundos antes de tiempo

un párpado sobre tus ojos nadie sabe nada

nadie conoce a través de un lente protolineal qué

parte sonora de esta cajita que llevo en la espalda me

suena cuando es martes de tarde y siete

juncos te separan de mis uñas

nadie sabe dónde demonios dejaremos las manos

mientras vos caminás desnuda hasta la

cocina y yo te sigo de intenciones

de membranas y de vértebras/








León Peredo




miércoles, 9 de abril de 2014

Amor de cortometraje






amor de cortometraje/

de pronto me quedo con un recuerdo tuyo entre las manos

lo llevo a la nariz

me lo acerco a la oreja

le raspo con la uña unas manchitas de carbón que le han crecido

le paso la lengua por el lomo

se eriza como un gatito en la cornisa de un día lluvioso

me lo quedo en la falda mientras enciendo la televisión:

siempre las mismas cosas

pienso entonces para mis adentros

es decir

para mis entrañas

para mis corazones verdes

para mis pulmones llenos de lechuzas

para mis intestinos que andan siempre amenazándome

pienso que tenemos memoria de noticiero

olvido de telenovela

amor de cortometraje

pero de nada sirve a estas alturas del incidente

decirte que todo el amor del mundo me está asesinando

que todas las mujeres del mundo no alcanzan para llenar

un zapato tuyo

que ando como boqueando por las calles

y que al fin y al cabo

el tamaño del amor se mide

por los gorjeos que hace el alma

cuando el crepúsculo avanza

hasta taparnos la boca/



León Peredo


martes, 8 de abril de 2014

Excepto







excepto/

que se equivoque el torturador

que se equivoquen los usureros de toda calaña:

prestamistas inescrupulosos -me vale la redundancia-

los caballeros de las mesas redondas de los holding

bancarios

los vendedores de dólares

los conductores de los noticieros que lucran con el miedo

de tu abuela

que se equivoque el guardia cárcel

el oso hormiguero

la mar en coche

los sicarios de los Señores de la Billetera Abultada

que se equivoque Dios en última instancia

pero no el amor que el amor

no se equivoque nunca

porque ese día habremos hecho todo al revés

nos dolerán las manos de caminar la tierra/








León Peredo




lunes, 7 de abril de 2014

La palabra cotidiana






la palabra cotidiana

dispuesta sobre todo

a dominar/nos

a impedir/vos

a someter/los

la palabra cotidiana

en los periódicos de las Grandes Ciudades

en los labios de los artistas sin arte

en las lenguas de los conductores radiales

está al servicio del capitalismo

y de verdad me importa muy poco

en verdad me tiene sin cuidado

que esto que estoy diciendo

ya lo hayan esbozado un millón quinientos mil poetas

en todas las lenguas posibles del planeta

hay que dar batalla desde donde sea

desplumar la palabra cotidiana

meterla en una olla

servirla con nuevo sabor en los platos de los niños

en las mesas de los trabajadores

en las manos de los estudiantes

que la poesía diga casa con la palabra caza

que le dé casa a los durmientes de las Estaciones de invierno

que le dé caza a los Tiburones del Mercado

que se llene de abrazos por dentro y por fuera

afilar la palabra cotidiana

para hundírsela en la boca al silencio del mundo/



León Peredo


domingo, 6 de abril de 2014

Semana dedicada a León Peredo




LENGUA





Una pausa de calma frente al mar

donde los pinos claman por la lluvia

antes de ser ceniza o lumbre alzada.



Es un tiempo de sol, aromas a resina,

intensidad de luz que la ola trae.



Nos dejamos llevar por los vaivenes

de esta lengua que lame –tan cauterizadora-

las secretas heridas de todos los naufragios.



Efi Cubero






sábado, 5 de abril de 2014

MÉLANOS




Como yo no soy nada melancólica

me curan muchas cosas de la melancolía,

por ejemplo el verano. Cuando el invierno arrecia

con su carga de hielo le abro la puerta al sol

para que vuelva y me desentumezca

de esa desgana de cruzar umbrales.



El espejo se obstina en recordarme

que pasó el tiempo ya de ensoñaciones

que no le busques más tres pies al gato

que coma y viva en paz y con sosiego.

-Hay que ver la manía persecutoria

que tienen los estanques congelados-

y yo me aferro al sol y abro las manos

para buscar los yos que se derraman

por asfaltos y bosques,

hasta encontrar preguntas

entre tanta respuesta acumulada.



Efi Cubero



viernes, 4 de abril de 2014

INSTANTÁNEA





A José Fuentes Manfredi


Se impregnó la instantánea

de algo imperecedero.

Tras la doblez elemental del tiempo,

traspasando distancias,

surge de pronto la reveladora frágil verdad.

Frente al ojo invasor que el objetivo ampara

la cámara retiene sólo esbozos que fijan

la angular geometría de una insatisfacción.

Tan sólo es inocente lo intuido.

Los trazos de la sombra que ahí residen,

huidizos y concretos, como la raya incierta

que unas manos imprimen en la calle encalada.

Como ese mismo gesto que asume las heridas

del desmoronamiento inevitable.



En la tapia tan mía, donde apoyo la espalda,

la honda luna del sur llena de muerte blanca

los jazmines.



Efi Cubero



jueves, 3 de abril de 2014

LA GOTA






(Nada queda en la mano cuando intentas

retener sobre el hueco de la palma

un poco de su ambigua transparencia.

Remolino de un prisma de cristales,

biselado trasluz –danzan estrellas-.

Solo el viento susurra en este espacio,

Que hay un temblor de invierno

en la mirada.)



La gota de agua pura

condensa la mirada del viajero.

Una perfecta esfera,

aunque a veces adopte la forma de una lágrima,

contiene reflejado el Universo.

Atravesó los mares para encontrarla allí,

prendida de la rama acristalada,

en un translúcido confín lejano

cercado por espejos…

El hielo, el cielo, todo confundido,

frente al aire desnudo. Transparente y secreta,

se filtra por la luz de la ladera

temblando sobre el tiempo de los árboles;

como un extraño anhelo de belleza y misterio.

En su clara inocencia desasida,

una gota de agua, cristalina y fugaz,

tan luminosa, colma la travesía

de la sed de un deseo.




Efi Cubero



miércoles, 2 de abril de 2014

SED




En cualquier devenir inesperado

una inquietud no basta para otorgarle

un nombre al desarraigo.

Las horas cuentan más que muchos días

cuando tu interior siente

que está justo en el sitio que anhelaba.

A veces una ruta alternativa

nos desvía del trayecto,

y ese elemento aislado,

puede alzarse en el centro de la trama

y convertirlo en todo.

Sé que busco un sentido entre las pautas,

y que huyo entre las grietas,

que me desdoblo en múltiples verdades

y que siento un temor sin artificios

antiguo como el mundo y la memoria.

Que me pierdo en atajos,

en tantas direcciones asistidas

que a nada me conducen,

tras esa antigua sed nunca saciada,

de palabras con alma, que no llenan el vaso

de ese dolor de luz que las contiene.



Efi Cubero



martes, 1 de abril de 2014

NADIE






Capas y sedimentos, estratos y mantillo,

el interior fecunda otros espacios

y sobre ese latido de vetas y de venas

fundamos nuestro tiempo, que es el Tiempo.



También todos los tiempos.



Las naves se alejaron, lo sabemos,

pero desde la estela, con un temblor sin nombre,

sujeto a su silencio sin escuchar a nadie,

Nadie, pasa.



Te saludo viajero, sigue amarrado fuerte.



Y aunque soplen los vientos y ruja la tormenta,

y las sirenas canten para ti y tus naufragios, navega.



Navega en la intemperie de los días y las noches,

hasta que sangren voces, besos, versos desnudos,

hasta que duela y grite la palabra,

pulida como el filo de esa espada que apunta

hacia el hondo interior desorientado.


Efi Cubero