Soy el océano donde emigran las quejas,
el lugar donde renuevas los silencios.
Una mano tibia te recoge los rizos de tu pelo,
absorbe cada lágrima fecunda,
las huellas, las heridas,
el lado más temible de la noche...
sólo para que duermas,
sólo para que duermas.
Fernando Sarría
Como bien dices cada quien toma las palabras que le llegan y estas me las quedo, gracias
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Alba