Imán del arco, templa la bóveda con el silencio del verbo dilatado en cada nervadura. La piedra es de la carne el aparejo que la extiende. Tensión desplegada hacia el reino de la nube… orbitando en lo rotundo.
Palabra hecha verso con la altura de una bóveda de catedral gótica. Silencio íntimo que curva una palabra hasta hacerla apuntar a la distancia. Queda dicho perfectamente: "Tensión desplegada hacia el reino de la nube… orbitando en lo rotundo."
Me encanta ese templo con arco de medio punto donde descansa la palabra y esa carne que se levanta convertida en muro y orbita en derredor de lo categórico.
Es todo materia. "orbitando en lo rotundo.."me gustó. Besos, laura
ResponderEliminarPalabra hecha verso con la altura de una bóveda de catedral gótica.
ResponderEliminarSilencio íntimo que curva una palabra hasta hacerla apuntar a la distancia.
Queda dicho perfectamente:
"Tensión desplegada
hacia el reino de la nube…
orbitando en lo rotundo."
Besos.
¡Gracias, Jaud! Materia... grandiosa.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Ybris, me ha encantado tu lectura y la comprensión del paralelo que hago: nervadura-palabra. Crucería-poema.
ResponderEliminarUn abrazo, siempre.
Laura
Me encanta ese templo con arco de medio punto donde descansa la palabra y esa carne que se levanta convertida en muro y orbita en derredor de lo categórico.
ResponderEliminarTambién me ha gustado el comentario de Ybris
Un beso, Laura.
Coincido contigo, Terly.
ResponderEliminarGracias por acompañarme en esta excursión.
Un besazo.
Laura
Es preciosa esa arquitectura de la palabra laura...un abrazo
ResponderEliminarQuizás sea arquitectura, Marisa, lo que hacemos con las palabras, en una dimensión que nos trasciende como la crucería gótica de una catedral.
ResponderEliminarUn beso.
Laura