Muéstrame con tus ojos 
de promesas de sur 
el regreso a Itaca, 
la vuelta a casa 
desde estas soledades pálidas 
tan al norte de tu boca. 
Muéstrame el camino 
que desde esta fría Europa, 
tierra de penumbras, 
me acerque por ríos y desiertos, 
valles y montañas 
hasta el estrecho luminoso 
que anticipa África, 
continente madre de toda vida. 
Muéstramelo ya, 
sin demora, 
con el fuego de tu amor 
trazando el meridiano trémulo 
que guíe mis ansias de viaje 
por los derroteros del deseo.
Tomás Soler Borja
 
Siempre hubo caminos... y caminantes...
ResponderEliminarY horizontes...y destinos.
ResponderEliminarBesos!!