De Leopoldo Panero SOLA TÚ
Sola tú junto a mí, junto a mi pecho;
sólo tu corazón, tu mano sola,
me lleva al caminar; tus ojos solos
traen un poco de luz hasta la sombra
del recuerdo; ¡qué dulce,
qué alegre nuestro adiós! El cielo es rosa
y es verde el encinar, y estamos muertos,
juntos los dos, en mi memoria sola.
Sola tú junto a mí, junto al olvido,
allá donde la nieve silenciosa
del alto Guadarrama, entre los pinos,
de rodillas te toca.
Estamos solos para siempre; estamos
detrás del corazón, de la memoria,
del viento, de la luz, de las palabras,
juntos los dos sobre la nieve sola.
Hermosos los dos poemas, gracias por presentarmelos.
ResponderEliminarun abrazo
Alba
si yo tuviera que definir a un escritor, lo definiría como un HIPNOTIZADOR GRAFICO; en efecto, poco a poco el encanto de las palabras dse apoderan de nosotros como del cerebro de un licor fino, vamos sin darnos cuenta, deponiendo nuestras defensas racionales y no nos damos cuaenta de quedar atrapados. Príncipe Nelson.
ResponderEliminarA esto se le llama hacer de un infierno el paraiso....y excusar su soledad.
ResponderEliminarOlimpia.