Puede ser perfecta la noche en mi cuerpo desnudo.
Un deseo de fuego me arrebata el alma
y soy el hombre del bosque maduro y preciso
que busca en ti el dulce sabor de los días que se llevó el verano.
Ahondo en tu ribera como un arado hace los surcos,
profundos e inmediatos en la tierra húmeda y fecunda
y nos derramamos en un final sin tiempo,
ebrios de gemidos y salivas frescas de bocas ardientes
que marcan tu piel y la mía,
enrojecidas, sudorosas ambas
por los últimos estertores del coito nocturno.
Foto
Precioso poema..y la foto perfecta..
ResponderEliminarbesotes
Tienes la perfecta habilidad para plasmar el erotismo en tus palabras... Es precioso. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarMuy hermoso, y con un eco precioso de Miguel Hernández "y espero sobre el surco como el arado espera, he llegado hsta el fondo".
ResponderEliminarDa gusto leerte.
Un beso.
Soledad.