Para ser de nuevo un dios o un héroe,
esa algarabía de pájaros que te pronuncia,
que se sustrae del mundo y lo enmudece,
debo sentir que este dolor,
esta ausencia,
sea sólo el despertar de un muelle,
el amanecer,
donde siempre hay una daga
que con el fuego me habita.
Fernando Sarría
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