domingo, 14 de marzo de 2010

LA CIUDAD DORMIDA




Sobre la mesa
quedaban restos de un volcán
y un puñado de cicatrices
para vender
En algún mercado nocturno.



Marta Navarro


1 comentario:

  1. Hermoso poema.
    Merece la pena volver a repetirlo hoy.
    Besos, Marta.

    Un abrazo, Fernando.

    ResponderEliminar