Como en un juego aceptas el envite.
Y no porque la vida sea un juego
sino porque te juegas mucho en ello.
No iremos de farol ni con engaño,
tendremos que aceptar las cartas que tenemos
y jugar con prudencia y sencillez
lo único que somos y tenemos.
Acaso sea más
de lo que muchas veces nos parece.
Ybris
Aceptar las cartas, saberlas jugar, y no engañar ni engañarnos, sabios consejos, tal vez sea cierto que en ocasiones tenemos mucho más de lo que nos parece, intentaré verlo así para disfrutar jugando.
ResponderEliminarUn beso, Ybris, y feliz fin de semana.
Me salio el jocker... y....en fin.
ResponderEliminarUn abrazo querido Caballero y gracias siempre por pasar. :)
Los consejos son fáciles de dar. Claro que sí, Irene.
ResponderEliminarOjalá fuéramos siempre capaces de cumplirlos antes de darlos.
Besos.
En el juego de la vida, Arya, hay muchas cartas que nos vienen dadas sin remedio.
ResponderEliminarLo cierto es que hay quien sabe jugar aceptándolo sin desesperación.
Gracias a ti. Besos.
aceptarse, sceptarnos
ResponderEliminarcreo que esa es la mejor posición que uno puede adoptar al "jugar" en la vida, y no como signo de resignación sino... como bien dices de prudencia y de sencillez y añadiría que posiblemente de respeto y humildad, lo cual no nos limita sino que nos libera.
besos Ybris, besos Fernando
NO se trata de aceptar la cartas sino de admitir la fortuna, no?
ResponderEliminarNO hay fraude, el valor es remisible a lo jugado.
Olimpia.
Un beso perdido.
No es fácil, María. Aceptarse a veces es una huida.
ResponderEliminarA no ser que regresemos pronto renovados.
Besos.
Se trata, Olimpia, de jugársela sean cuales sean las cartas que nos tocan.
ResponderEliminarBesos.