Nos heló la sangre descubrir
que la muerte habita ya en nosotros.
Antes fuimos niños.
Inconscientes, felices, tontorrones,
pensábamos que morir era cosa de otros.
Nos llenó el miedo.
Y un vértigo ciego nos mostró
una vida mecánica.
Y absurda.
Dolorosamente entendimos
el origen de todas las sombras.
Carmen Beltrán
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