Pisaremos el eje de rotación de la tierra,
el Polo Torpe,
cuando las veletas dejen de agitarnos.
Marcharemos hacía el frío
y la blancura de tu asombro
verá dientes frigoríficos,
escaparán sonidos escarchados
que no podrás percibir.
A cientos de años sombra,
fue difícil confiar en el calentamiento carnal.
Será, tu estatua de sal,
la última superviviente.
Marta Fuembuena Loscertales
No hay comentarios:
Publicar un comentario