Tan húmeda, tan ciega voy,
respiración entrecortada llevo,
ando dejando mi olor entre el tumulto.
Se me asoman las flores en el vientre
liberando ganas y néctar de frutas.
Tulipán encendido.
Se expanden endorfinas en el aire,
eclosionan, atormentadamente
mueren,
en el camino se desangran,
tan sedientas están.
Mueren por sobredosis de deseo.
Meri Pas Blanquer
Es el riesgo que se produce al esparcir endorfinas en el aire y en la tierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enorme, grandioso poema.
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