De Alejandra Pizarnik el poema HIJA DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
Las palabras se suicidan... se ahogan en el tiempo...
ResponderEliminarGrande es Pizarnik...
Un saludo
Abrazarse para no encontrarse a nadie más que a sí mismo.
ResponderEliminarDesolador.
Formidable Pizarnik.
Abrazos
Ser capaz de todo eso y darse cuenta de su vacío y su soledad es valiente...suficiente?
ResponderEliminarOlimpia.
Precisamente hace unas horas lo volví a leer y ahora de nuevo, maravilloso poema.
ResponderEliminarabrazos