Una canción preciosa, melancólica, pero preciosa. Ío sobreviví, con nocturnidad y alevosía, a la noche de Zeta y al horario laboral. No las convencí. Ahora me toca descansar. Buenas noches, Fernando.
¡Jo! ¡Qué mayor es uno! Cuánta historia se adhiere a ciertas canciones. Aunque no todos los recuerdos que ésta me trae son agradables se agradece recordar. Un abrazo.
Una canción preciosa, melancólica, pero preciosa.
ResponderEliminarÍo sobreviví, con nocturnidad y alevosía, a la noche de Zeta y al horario laboral. No las convencí.
Ahora me toca descansar. Buenas noches, Fernando.
¡Jo! ¡Qué mayor es uno!
ResponderEliminarCuánta historia se adhiere a ciertas canciones.
Aunque no todos los recuerdos que ésta me trae son agradables se agradece recordar.
Un abrazo.