Acaricié tu ternura
con la sombra de mis miedos;
consumí la distancia,
perpetué el recuerdo
de aquella quimérica tarde
que trajo a través del viento,
una mirada envuelta
con la piel de tu cuerpo,
una sonrisa fresca
como el beso de aquel cerro;
una palabra callada
que nunca salió a mi encuentro,
un sueño casi perfecto
si pudiese haber tiempo;
y me llamaste, penumbra
con la voz del silencio.
Acaricié tu ternura,
se disipó todo el miedo;
hablaste, miraste, sonreíste
pronuncié un “te quiero”.
El sueño se hizo real
se realizó el sueño.
María José Pellejero Letosa
Los versos más bonitos que he leído,querida amiga..., tan bonitos como tu sonrisa, eres una flor dentro de la poesía que va dejando pétalos de amor en cada verso.<3 Un abrazo fuerte poeta del mar, kika.
ResponderEliminar