Tiene la ausencia
la textura de las flores secas,
y un olor a lavanda
que hace que el abandono
no tenga conciencia
de los sueños que aún quedan
en la distancia eterna
y sombría.
Tiene el deseo
un sendero plagado de besos
por desmembrar
y un soneto con catorce versos
sin terminar.
Con sabor a viento
se balancea altanero
entre las olas del mar.
Entre verso y beso
hay promesas que salen del contexto
y buscan algo más.
Escupe el viento
espuma blanca
que se difumina en la húmeda sal.
Susana Násera
La distancia se hace más corta con estos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn gusto encontrarte aquí. Enhorabuena. Bello e importante poema.
ResponderEliminarAbrazo