domingo, 26 de octubre de 2008
Hay un hombre muerto
Hay un hombre muerto que habita un lago,
en su mirada guarda los posos de la lluvia.
Naufraga de nuevo todas las noches
y en el fondo del agua
los limos le abrazan
como si sus caricias
tuvieran todavía rastros de su vida.
Fernando Sarría
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
un insignificante rastro habrá...
Besos
Alba
No ha de estar muerto el hombre si aún guardan algo sus pupilas y siente las caricias del fondo su piel.
Leo tus cinco últimas entradas aquí, que tenía pendientes, y -con permiso de Valente y Neruda- me quedo con ésta tuya.
Quizás porque me llegue muy dentro ese recuerdo que queda de los vivos en el espacio de su muerte.
Sean cuales sean los lugares que los acogen.
Abrazos.
Publicar un comentario