Voy a tener que enterrarme
de cintura para abajo el cuerpo.
Y ser árbol.
Abandonar esta pesadez de asfalto
colgando lastre de mis tobillos.
Abandonarme piernas... ¿para qué os quiero,
tan arrastradas hasta las fronteras de la tarde?
Han de estirarse estos dedos de raíz
hacia las tripas ocultas del mundo,
y quedaré quieta, sorbiendo savias
como regalos de la sabia tierra para mí.
Voy a tener que dejarme ver sólo el talle
prescindiendo pudorosa de mis pies.
Y ser árbol.
Elisa Berna
domingo, 6 de febrero de 2011
Y ser árbol
sábado, 5 de febrero de 2011
YA ANTES TE HABÍA CONTADO TODO ESTO
Ya te expliqué que no venía sola,
con mi carga a la espalda de disfraces.
Con el lastre caduco de la derrota
-ya te había contado-
que impide a veces huellas limpias
y frases que no nazcan de la memoria.
Ya te conté que me acompaña el sueño
una presencia antigua que no desiste.
Y el murmullo lejano de voces
-te había dicho de esos garfios oxidados-
que se estrellan en la conciencia.
Grilletes feroces de errores,
borrones de tinta sobre las fotografías.
Ya antes te había contado todo esto...
Y te quedaste.
Elisa Berna
viernes, 4 de febrero de 2011
TUVO QUE LLEGAR LA LLUVIA
Tuvo que llegar la lluvia
con su fardo de agüeros y su otoño
prematuro.
Tuvo que emerger el frío
desde el centro de la hoguera
para que añoraras el estío
y comprendieras al sol.
Ventana de hospital.
Cristales en los que la memoria
a gotas se va llegando.
Troncos de roble
a los que amarrarse fuerte
mientras huye la noche con su miedo.
Podría estar aquí acariciando una mano inerte,
y sin embargo,
tuvo que rozar la muerte tu mejilla
para comprender al sol.
Elisa Berna
jueves, 3 de febrero de 2011
Columna de humo
Columna de humo.
De mi cabeza al cielo
un mundo lleno de imágenes.
A veces no sé qué escribo
pero lo emito y responde
un furtivo receptor atento.
Señales
-vagas como el humo-
asoman su perfil al otro lado
de una llama insomne.
Elisa Berna
miércoles, 2 de febrero de 2011
ARRÍTMIA
Se escapó de las sábanas
-sin yo quererlo-
un bostezo anguloso.
Tiene esta mañana la cadencia
de graznidos huyendo de hemisferio,
como si se hubiesen arruinado las concordias,
los convenios fracturados por mitades.
El compás se escabulle entre líneas
discontinuas que separan los carriles...
Carecen de ritmo los pasos
dormidos de los niños al colegio.
Y el café se hace largo.
Y se atoran los segundos a empujones
bajo saetas que perdieron su criterio.
Hay declaraciones de amor impresas
en aceras de escorchados adoquines.
Y todos tropiezan.
Más pasan de largo.
Elisa Berna
martes, 1 de febrero de 2011
Y DIBUJAR CABALLOS DE MADERA...
(Para mamá)
Tiritan las hojas de la memoria.
¿Qué quedó del rostro perplejo
sino una sombra de años durmientes?
Quién pudiera volver a la tersa frente de los niños
y dibujar caballos de madera...
Tiritan
uno a uno los recuerdos
evocados en retinas transparentes.
Y te veo.
Fresca de dolores,
vacía de inviernos.
Y me veo llamándote en la tarde,
como un rugido
de carbones crepitando y chimeneas.
Oscila todo en el péndulo del tiempo.
Menos tu mano fuerte.
Elisa Berna
lunes, 31 de enero de 2011
Cóktel de noticias
Se me ha roto la noche en esparcidos
montoncitos de improperios.
Furia estrellada de cristales
que quedan tiritando en las pupilas.
Se me ha roto esta noche en las vidrieras
al topar torpe la paloma
mensajera en la ventana.
Y me he quedado rota,
cenándome a pedazos frente a ella
este cóktel de noticias.
Elisa Berna