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domingo, 13 de marzo de 2016

Tengo Un paracaídas...



Tengo un paracaídas

con forma de corazones,

ruido de risas

y calor de reuniones.


Tengo un bote salvavidas

alrededor de una mesa

con unas cuantas botellas vacías;

e ilusiones que en las sillas

van descarrilando

de distintas formas por las vías

que pretenden que dejemos

de celebrar nuetros errores

o manías.


Brindaremos por los cuentos

que nos van a dejar

sujetando el aliento,

porque sólo queremos

ser expertos

en el noble arte

de soñar

y estar despiertos.


Tengo un paracaídas

sin pretenderlo,

sin pedirlo,

sin soñarlo.


Tengo un paracaídas

para todos esos días

en los salto

sin pensarlo.


Carlos Quintas



sábado, 12 de marzo de 2016

Luces de Neón



Luces de Neón

o estampidas

repartidas en montones o en filas

en columnas resumidas

de ganas de perder la cuenta

y llevar alguno que otro de más.


Caer de bruces en tu orilla

con acordes de mar y luna nueva

de sol

de sal

de arena fina y caracolas.


De peces

limón

y de golpes de viento en las olas.


No te quejes, amor

de que corre el rumor

que no tienes castillo.


Mientras quede tu honor

desarmando el valor

del que presume el destino.


Vuelve a mi corazón

donde aún guardo tu espacio

cuando pongo la mesa.


Que cualquier sitio

es un palacio

si en él hay una princesa.


Carlos Quintas



viernes, 11 de marzo de 2016

Echo de menos...



Echo de menos

tu olor

como echaba de menos

tus manos.


Echo de menos calor

como forma de vida

en tus brazos.


Actitudes de un montón

de encadenados

a tu estampa,

aprendices del rincón

de las lombrices

de mi alma.


Será que aún me impresiona

que te sueltes el pelo

como forma de arte

y envuelvas los besos

de despedida

con sabores amargos.



Pero sigo sin ser capaz

de llegar a tiempo

a tus martes;

puede que me esté dejando

los lunes muy largos.


Carlos Quintas



jueves, 10 de marzo de 2016

Hazme un otoño en tu alcoba...



Hazme un otoño en tu alcoba

me susurraban las caracolas

que había robado en tu pecera.


Ata el amor hacia fuera

que así nunca estarás sola

con los sueños que te roban.


Y brindarme,

aunque suene contradictorio,

por violines que haces sonar

en los días aleatorios.


Me cuesta olvidar

que el verano va de antojos,

y a lo mejor solo quieres llover

por volver a oler tierra mojada.


Eres sencilla y de huevos con patatas fritas

eres de chocolate y chaqueta a las siete y media,

de prestarme inspiraciones

de extrañar

de morderte el labio

y de volar sin despegar los pies del suelo;

pero eso tú ya lo sabes.


Hoy te he visto

y te he mirado con esa cara de:

"todo-lo-que-escribo-habla-de-ti"

y tu me has sonreído igual que siempre,

"como-si-no-fuera-contigo".


Lo único que puedo hacer

es que aún sabiendo todo de ti

prefiero suspenderte

y a ver si así vuelves en Septiembre.



Carlos Quintas



miércoles, 9 de marzo de 2016

Pienso en mi...



Pienso en mi

por no pensar en ti

y en todos los futuros

que podríamos haber sido.


Creo

en pasados reciclados

de presentes olvidados

y esparcidos

por todos los rincones

que hay en tu memoria

inacabada.


Sé que dan tanto miedo

las espinas

que muchos

pasan de largo

de las rosas,

y me he quedado mirándote

tanto tiempo

que no recuerdo de dónde venia

y -ahora-

me niego a saber a donde voy.



He visto treguas,

nubes,

caminos señalados

por carteles con cruces;

he visto sombras

y luces

y nunca,pero nunca,

logro saber

a dónde me conduces.


Carlos Quintas



martes, 8 de marzo de 2016

Afuera llueve...



Afuera llueve

y me hace ver

que siguen quedando

días en los que somos más culpables

que testigos,

lunes distintos

disfrazados de Domingo,

con más tormentas

que nubes de algodón.



Aún nos quedan

un par de acordes en la muñeca

y algún que otro

pedazo de estribillo

se nos queda atrapado

en la garganta;

porque no todas las resacas

iban a traer malas noticias

y algunos sábados tan sólo quieren quedarse.



Escucho que habrá que hacer algo

para resistir,

que habrá que pelear,

que remangarse,

me dibujo una franja

bajo los ojos

(con aquel pintalabios

que habías olvidado

en la mesilla),

y saco el hacha del baúl

para bajar a la arena.



Pero es que ahora no te veo

por ningún sitio.



Afuera llueve

y había pensado en olvidarte,

pero joder,

que mejor momento

para pensar en ti

que cuando el cielo también llora.


Carlos Quintas



lunes, 7 de marzo de 2016

Hemos tenido que esperar...



Hemos tenido que esperar

a que suba la temperatura

para poder quitarnos las etiquetas.


He tenido que aguantar

la respiración

para llegar a tu altura

sin campamento base,

ni abrigo,

ni cerezas.


Todavía colecciono intenciones

pero me siguen faltando

los cojones

para dejar de lamentar que mis heridas

ya no se curan como antes;


Puede ser que otra vez

nos pille la tormenta,

pero me niego a volver

sin los diamantes.


Carlos Quintas



domingo, 6 de marzo de 2016