domingo, 2 de noviembre de 2008
Tus ojos pronuncian mi nombre
Tus ojos pronuncian mi nombre
con el mismo color que yo te pronuncio.
Si tú eres mío
soy yo el surco de la uña en la piel desesperada,
el diente que se clava en la noche,
los labios que moran dormidos en tu boca.
Somos hilo que se desanda,
laberinto de horas de ceniza,
el que abre caminos a hachazos
cuando el dolor es no poder retener
el aroma de la piel que se entrega .
Tu cuerpo es alfombra de gato
que reclama su celo
perpetuando paraísos.
Tus manos
manzana que yo muerdo
mientras jugamos a desafiar
la mirada envidiosa de los arcángeles.
Pura Salceda
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