domingo, 19 de agosto de 2012

Nota para poetas




QUERID@S LECTORES... si alguno de vosotr@s consideráis que podéis estar en este blog con vuestros poemas, decídmelo, para que pueda ponerme en contacto con vosotr@s.

Gracias.

el correo es fsabadia@live.com


domingo, 5 de agosto de 2012

Vacaciones

Mañana quizá siga vivo



I

Mañana quizá siga vivo. Después de atravesar con piel tensa la atmósfera del sueño; cuando reviente otra vez la luz en mi mano. Mañana que es vestirse de rojo, de azul, vestirse con saliva doméstica. Mañana en que nos quede el pan sobre la mesa.

Quizá siga vivo, mañana, y me atreva a abrir los ojos.

¿Sabéis? Hay un país antes de este país, un mar antes de cualquier mar, un asfalto que desemboca en los pies de quien se detiene; sabéis, hay un cuerpo antes de todo cuerpo y que no tiene heridas.

(Antes de volver, de trazar siluetas de tiza, antes de sentir frío o calor, mucho antes, por supuesto, de sufrir).

Pongo mi peso en el mundo pero el mundo no lo siente y me tambaleo, siento un vértigo alcohólico.

¿Os he dicho mi nombre?

II

Me levanto; dejo mi habitación como se deja una promesa. Me preparo un café largo y solo. Bebo a pequeños sorbos, inhalo su calor vaporoso mientras miro la nada, un minuto, dos minutos, tres.

El silencio me calma.

Un rumor confuso crece en mí. La amargura del café me rehace por dentro.

Han pasado tres minutos o tres siglos, es igual. Mi motivación no está, ya, en las primaveras, ni en un invierno de cristales, ni en un verano de corcheas. Mi voz quiere defender su aristocracia alzándose ante la duda.

Entre trinos salvajes la página virgen. ¿Lo escuchas? Muy dulce.

Han pasado tres minutos o tres siglos, no importa. He sobrevivido a las guirnaldas y doy fuego a los violines.

Bailo alrededor de una bombilla intermitente. Ensayo mi mejor sonrisa ante el espejo, guiño un ojo; bien. Bailo y me llamáis por mi nombre. Emulo la libertad del loco.

Fingiré que soy yo, otra vez.

III

Mañana quizá siga vivo y sumerja una pluma en el blanco semen y escriba. En cada verso un alma nacerá; en cada alma una posibilidad nueva.

No tengas miedo, no, ángel del desequilibrio.

Porque el poeta nunca ha tenido nada, sólo dos manos en actitud de ofrenda.

Y el silencio.

(De Teatro, inédito)



Juan Manuel Uría


sábado, 4 de agosto de 2012

EL REFLEJO QUE SALTA



Lo que debo hacer: volverme del revés. Convertirme en el reflejo que salta. Cambiar mis no en con un mágico gesto de la mano.

Todo dura lo que dura el instante.

Que entretanto estalle la granada del desasimiento. Me sea concedida la irresponsabilidad del zombi.

Porque aquí ya no hay referencias, ni destino. No hay un porqué de los actos, un argumento que hile. Sólo una habitación a la deriva y el falso horizonte.


Juan Manuel Uría


viernes, 3 de agosto de 2012

PUENTES


Entre la realidad y yo hay un espacio a recorrer. Un espacio de silencio, de blanco papel. Se pueden erigir puentes, sin embargo. Se deben trazar puentes para que sea posible la vida. Dialéctica simple. Y ¿qué se precisa para ello? Una voluntad firme, perseverante, que simbolizará un lápiz de punta roma. Voluntad de crear o voluntad de escribir, porque al principio, ya se sabe, fue el Verbo. Escribir será ir colocando cuidadosamente las palabras como ladrillos en ese espacio en blanco. Escribir, así, es construir. El escritor se iguala al obrero: levanta, forma, realiza. Da luz a lo que permanece en lo oscuro; la realidad se ilumina y el poeta aparece en su interior, también desvelado; la vida surge como Vida. Esto será la belleza, la verdadera, la que impacta y duele, la que hiere y educa. Entre la realidad y yo no habrá más distancia porque ya estamos unidos, conectados. ¿Poesía o realidad, entonces? El poeta dice: poesía es realidad. Es la manzana de vaho de la que se alimenta, que, aunque evanescente e inasible, nutre. Y en la verdad de esa nutrición, de la belleza duramente elaborada, de la palabra cementada, conquistada papel tras papel, puente a puente, está su esperanza.



Juan Manuel Uría


jueves, 2 de agosto de 2012

Y así no hay sueño fácil


Y así no hay sueño fácil que nos saque de la cama cuando estamos vencidos. Ni amor lo suficientemente poderoso como para curar el cansancio de un corazón: dolores en el centro de una habitación sin ventanas, dolores en el paraíso perdido de la memoria, dolores de la vida sin palabras y que nos devora por dentro.


Juan Manuel Uría


miércoles, 1 de agosto de 2012

El párvulo no temerá


El párvulo no temerá. La piedra no dará en su sien. No habrá una monja que restañe su herida. El calvero al que escapaba con su amante para saber, esto es lo que permanecerá, y el amor, y la música. No aprenderá la a, ni la e, no aprenderá que dos más dos es quizá cuatro, ni verbo ni predicado, no rezará más el padrenuestro cada día al comenzar las clases. No hay Dios en el calvero, no hay Dios en el beso proscrito. El párvulo no temerá. Su sien descicatrizada dormirá en la hierba mientras ella vela a su lado, resplandeciente, cepillándose el cabello.


Juan Manuel Uría