viernes, 31 de julio de 2015

AUSENCIAS

          

                              

El anillo, que antes fue suyo. La lepra en el sentimiento, que lo descompone, como un alacrán corrupto que se nutre del hueso. La navaja-almendra, dulce pero afilada, también fue suya. Va rasgando mi bolso de mimbre, y su inocencia. El corazón de cristal violeta enredado a un dedo, un dedo que hoy señala al abismo del mar, ecos de ausencia. El pulmón líquido. La caverna de la madre, clausurada, asfixiada por la tierra roja. Los gemelos difuntos. Espectros cruzando el páramo, de noche, arropando la orfandad de mis miembros. Entonces, una mano suavísima me roza el alma. Ya estoy con ellos.


doia Arbillaga Guerrero


jueves, 30 de julio de 2015

ODA A EROS



Si se tratara sólo del latido,

membranoso y fugaz, de la carne y los huesos,

o la azarosa química

que se desata a causa de inciertos referentes

(recuerdos, quién sabe, de un padre o de una madre,

recuerdos pueriles de un niño de la infancia).

Si fueses el instinto que traje de una cueva,

don de hembras inquietas buscando un esposo,

o fueras el residuo de la naturaleza que busca procrear;

si fueras sólo, Amor,

un regalo sin magia que busca nuestras cópulas

para forjar futuros,

si sólo fueras eso y no el almíbar blanco

que se enciende en mis venas cada vez que lo miro.

Aunque eso sólo fueses, Eros,

y no las cien abejas que hormiguean en mi alma

cada vez que él me besa,

yo seguiría en el mundo haciendo sus caminos

con la esperanza cosida en los pliegues de mi falda

yo seguiría bebiendo el agua de las manos

que hicieron de este cuerpo mujer enamorada.


Idoia Arbillaga Guerrero


miércoles, 29 de julio de 2015

SEMILLAS DE FUEGO




La mañana me ha llenado de cristales la memoria:

un hombre ungido en barro se desmorona a mis pies,

la mujer hecha de arena que no borra nunca el tiempo,

una cueva femenina que fue origen del mundo,

muerta y clausurada me abandonó a mi suerte.



Has trazado un círculo alrededor de mi cuerpo,



soy un naranjo viejo y torpe, con el alma disecada.

Hitos varios nos circundan:

tres plumas blancas, el seno mustio de una anciana,

tres maldiciones, un peine enfermo de nácar.



Brasas de un amor-cangrejo que aún aprieta con sus pinzas.



Has encendido la hoguera donde me harás arder

en carbones naranja (felicidad, sopor).

Y el tronco me reverdece libre de sombra y cenizas

cuando aprietas mi vida en tus llamas,

fuego y purificación.


Idoia Arbillaga Guerrero


martes, 28 de julio de 2015

PENTAGRAMA EN CLAVE DE LUNA




Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Los dos mirábamos el gato muerto, pero

tú escondías tres notas musicales apretadas en la mano,

en clave de luna.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Las raíces de mi piel estaban secas

pero tu mujer de madera reverdecía pentagramas húmedos,

una red de cuerdas como labios paralelos

te sacaban de mi cuarto,

(Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do)

de la herida del tiempo por donde sangramos juntos

menta sobre el mar.

En el centro de tu lengua una bola de acero.

Hube de hacerme desván y cambiar mis tejas por escamas.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Morir un poco soñando nenúfares y algas

de crecimiento incrustante.

Morir un poco.

En cada inmersión atravieso el pericardio del mar,

buza de su corazón, gastado,

sin neopreno.

Do---Re---Mi---Fa---Sol---La---Si---Do

Sin el hombre verde con música dentro,

morir otro poco,

vertiéndome hasta la arena

del fondo de las aguas

del Mar Mediterráneo.


Idoia Arbillaga Guerrero


lunes, 27 de julio de 2015

INMERSIÓN ATLÁNTICA




"Todo se cura con agua salada:
con sudor, con lágrimas o con el mar"

Arthur Clarke




No hay un lugar más seguro

que el fondo del mar.

Virilidad exquisita.

Inmersión.

Criatura de vértigo,

y su azul afilado con guiños de la muerte.

Silencio de metal mientras me posees.

Sensual silencio.

Otro pez acaricia mi corazón gastado,

me revela verdades que me quedan muy anchas.

El silencio del mar, en su fondo, apabulla,

te susurra los vértigos que en tu escafandra moran.

-10... -20... -30... -35... -40...

Caes.

Caes.

Caes.

60 pies de océano aprietan mis caderas.

El fondo te aguarda

con su danza que agita las mareas del alma.

Ya estoy abajo, entras en mí.

Soy yo misma y no soy

al fondo del azul.

Un descenso lánguido

en las plumas del silencio.

Animal viscoso entregado a la lujuria,

azotar de olas y acantilados ebrios.


Idoia Arbillaga Guerrero


domingo, 26 de julio de 2015

Semana dedicada a Idoia Arbillaga Guerrero


Tu cariño



Tu cariño

es el canto de un gorrión

al despertar.

Tu paz,

como el silbido del viento

en un invierno

lleno de abrazos de lluvia.

Tu sonrisa como dos sombras

de enamorados

abrazados en un parque.

Tus lágrimas, agua fresca

de la fuente

que apaga la sed de mis sueños.

Tu mirada,

el sol de los domingos

entre risas de niños

y olor a pan tostado.

Tus besos,

el susurro

que llama a mi puerta.

Así,

como si nada

transcurre este tiempo

lleno de ternura

en el aire que respiro.


Ana García Briones


sábado, 25 de julio de 2015

A partir de mañana




A partir de mañana,

cuando lea las estrellas

que iluminan tus ojos,

sabré que el cielo existe

y las galaxias

bajarán como farolas

a alumbrar mis avenidas.



A partir de mañana,

haré un pacto con el sol.

Recibiré rayos perpendiculares

meteoritos en forma de sueños,

y el cráter de mis sombras

se llenará de astros con luz propia.



A partir de mañana,

en aquel espacio vacío

que queda en el universo,

seré un cuerpo celeste

o una simple cometa

con aspiraciones a satélite lunar.


Ana García Briones


viernes, 24 de julio de 2015

Posada desordenadamente



Posada desordenadamente

en el silencio,

huelo a sonrisa de agua,

a pisada de humanidad,

a pan y vino,

a mirada de flores,

a incendio de luz,

a orquesta de brisa,

a luna abierta,

a cielo emocionado

de poesía.

Allí,

en los suspiros

de la vida

donde las primaveras se apresuran

de verde

deseo sembrar palabras

llenas de guiños

y

arcoiris.


Ana García Briones


jueves, 23 de julio de 2015

Te invito



Te invito

a cruzar conmigo

el puente hacia los sueños.



Allí,

sumergidos en las flores,

cruzaremos las nubes

tumbados en el aire.



Daremos brazadas

de libertad

en los pasillos

de los placeres,

en las respiraciones intensas

entre copas de vino

enamorado.


Ana García Briones


miércoles, 22 de julio de 2015

Rociamos de vino



Rociamos de vino

el aliento

para bebernos a tragos.



Allí en el cielo,

entre las estrellas,

fuiste alzando mis alas

entre tus brazos.



Despegamos al infinito,

sorteando las nubes

entre palabras,

silencios

gemidos

caricias

ternuras…

Sin vértigo

fuimos aterrizando.



Después,

la suave brisa

de tu voz

envolvió mi alma.


Ana García Briones


martes, 21 de julio de 2015

Se deslizan caricias



Se deslizan caricias

como burbujas cristalinas

en forma de algas.



Las hojas se extienden,

el perfume penetra

en las grietas,

derramando luz,

reverdeciendo los vacíos.


Ana García Briones


lunes, 20 de julio de 2015

A veces



A veces,

me gusta

caminar descalza,

ligera de equipaje.



Vaciar los armarios

repletos de materia prima,

limpiar los cajones

y llenarlos de estrellas.



Me gusta,

escuchar el silencio

que grita callado.



Observar la mirada

de un niño,

oler a pueblo,

a esencia,

a piedra,

a tomillo y romero.



A veces,

me gustaría,

correr las cortinas,

para bañarme

en pantanos de agua dulce

y echarle suspiros al viento.



Ana García Brionesç


 


domingo, 19 de julio de 2015

Semana dedicada a Ana García Briones




RECESO PALACIEGO DEL HOMBRE-GATO






Apartémonos del fuego

y hagamos sexo lento,

sin apenas movimiento,

y después déjame dormitar

sobre tu vientre,

alma hermana,

como en las lejanas noches

de miedo y descubrimiento.



Y es que hoy no tengo humor ni cuerpo

para narrarte hazañas bélicas,

esos devaneos míos

en campos donde no volverán a crecer flores

y los sauces se quedaron sin lágrimas.

No vengo con heridas abiertas:

tan sólo te ruego que atuses

mi pelo aún húmedo

con tus dedos de princesa

hasta la inconsciencia compartida,

que al rayar el alba

he de desenroscarme sutilmente de tu cuerpo,

besar tu frente

y dejarte escrito sobre la mesa

de los libros y del tiempo

que daría mis siete vidas por ti,

y puedo jurarte por todas ellas

que jamás he sido tan franco.



Todo lo haré despacio,

sin hacer el menor ruido;

me iré acercando a la ventana con sigilo extremo

y, antes de disponerme a deambular

por tejados-limbo

sin futuro ni amor,

miraré atrás y corroboraré una vez más

que no merezco tanta belleza,

que nunca podré guardarle fidelidad a nadie

mientras te piense.



Afrontaré el descenso

muy lentamente,

contendré la respiración,

lloraré con duelo.



Volveré con la lluvia.


Emilio Losada


sábado, 18 de julio de 2015

UNA DEL OESTE




Le pregunté a la librera:

¿Dónde está la poesía?



Unos segundos de incertidumbre

y las carcajadas se nos empezaron a caer de la boca.


Emilio Losada




viernes, 17 de julio de 2015

SU REFUGIO ERA LA LECTURA









relee la misma línea de texto decenas de veces

porque apareces constantemente en ella

aun sin que esté tu nombre escrito

y la concentración es imposible

tu persistencia insoportable

y cuando vuelve al principio

pronto se percata de que sigues allí

de la nueva intromisión

o más bien de que no te has ido



a veces se tapa los ojos

respira hondo

los abre de sopetón

y parece que no estás

pero cuando va a cantar victoria

tienes la osadía de aparecer sonriente tras alguna palabra

arrebatándole de nuevo el desahogo triunfal de la boca



su refugio era la lectura

hasta que te conoció

la lectura siempre fue el chamizo de granjero

en medio de la triste nada

al que correr a cobijarse

cuando estallaba la tormenta

y la ira



y sumergido en la lectura desaparecían los nombres

los malos tragos

y los ecos de los reproches

y leía hasta olvidarlo todo

chapoteaba sobre aquel papel mojado

de lluvia de nubes o de ojos

hasta no recordar ni quién era el que leía



su refugio era la lectura

pero tuvo la desgracia de dar contigo

y ahora se le ocurren multitud de estupideces

como ir a tu encuentro

postrarse ante tu engreída calavera

rogarte que te busques otra cabeza donde habitar

y cubrir llegado el caso tu apuesta

hasta se abandonaría a todo tipo de supersticiones

y de rituales absurdos

con tal de que de una santa vez

no vuelvas a los párrafos y a los versos

y que tu mutis sea categórico y definitivo

es preferible perder una biblioteca

en un incendio o por un exilio

que tu terrible insidia



y es que sus horas estarán contadas

si no cierra el capítulo

si no dejas de ser su estigma

y no vuelven a gritarle los libros

sólo los libros


Emilio Losada


jueves, 16 de julio de 2015

ALCOHOL BLANCO




Alcohol; salario de estrellas.

Jacobo Fijman


es un somnoliento atardecer

de otoño en Sevilla

la ingesta indeliberada de algún que otro aguardiente

me insta a localizar una colección de versos

ésa y sólo ésa era la intención

pero muy pronto

esta vez quizá demasiado pronto

me puede el paisanaje



grupúsculos de vulvas imberbes

atosigan mis sentidos

por una calle Sierpes curada de espanto

en simétrico vaivén con las aves del tiempo

que rasan las seseras

presagiando el primer aguacero

de la temporada



los extremos

por su parte

se amenizan

tiznados hombres-estatua

alardean de estática impertérrita

frente a un conjunto de arpistas disléxicos

que tañen desganas ante una audiencia de tiovivo

engalanada con perillas desgarbadas al uso

que no tienen otra razón de ser que encubrir papadas

de pelícano borracho



irrumpe la lluvia

los previsores se jactan de tener al fin

ocasión de desplegar sus paraguas

como murciélagos las alas



incauto de mí

yo simplemente intentaba dar

con una colección de versos

pero ahora lo menos sangrante

es volver a diluirme en alcohol blanco

porque ya sólo aspiro

a guarnecerme de mí mismo

bajo este intempestivo ocaso

de las seis y media

en Sevilla


Emilio Losada


miércoles, 15 de julio de 2015

IDEAL EN UNA VENTA DE CARRETERA










El viajero lustra con una servilleta

los mugrientos cristales de sus gafas de sol

y el barman le pasa el paño a una copa

cuando ella irrumpe de repente

–medias de rejilla,

top ajustado a ras de ombligo,

labios bermellón…–,

sonríe a los presentes, saca unas monedas del bolso

y tararea À quoi ça sert l’amour?

mientras el tacón de su zapato izquierdo

aguarda impaciente a que la máquina

escupa el tabaco negro,

tras lo cual se larga sin más

con la misma indiferencia

con la que apareció hace tan sólo un minuto.



Ella ha entrado quizá para no volver jamás

donde es muy posible que el viajero

tampoco se vuelva a dejar caer nunca.



Y aquí no ha pasado nada: viajero y barman

siguen a lo suyo perfectamente conscientes

de que lo que tienen entre manos

es lo único en sus vidas

a lo que aún son capaces de sacar brillo.


Emilio Losada


martes, 14 de julio de 2015

VINDICACIÓN DE UNA ESTRELLA (Albada alamediana)







Salimos del pub

a eso de las siete de la mañana del viernes

doblegados, confusos,

visiblemente afectados.

Nos habíamos tirado,

caí de pronto en la cuenta,

prácticamente toda la noche

sin mirarnos a los ojos.

Hacía tiempo que no salíamos juntos:

yo solía regresar de aquella manera

del trasnoche de turno

y tú ya estabas en la cama dormida

o haciéndote la dormida,

acogiéndome calurosa

o ignorándome por completo.

Yo así tu mano desangelada

y te arrastré hacia mi buhardilla.

Sólo estábamos a cinco minutos

(ya sabes que precisamente por eso

tipos como yo eligen vivir en el centro:

para estar a no más de cinco minutos

de lo poco interesante que ofrece la ciudad).

Tú,

a los pocos metros,

te detuviste en seco,

casi mordemos la acera,

y soltaste mi mano.

Tenías la mirada ida

y triste…, muy triste.

Quizá aquélla fue la mirada más triste que te vi nunca.

Señalaste la parada de taxis

y me dijiste que querías ir a casa de tus padres.

Yo no pregunté nada,

simplemente me metí las manos en los bolsillos

y te acompañé,

y cuando al fin me miraste a los ojos

tras el cristal que te alejaba

supe que tu decisión era la adecuada.

Permanecí un rato allí ensimismado,

compendiando las escenas más significativas

de nuestra efímera relación.

Le eché un vistazo a la cartelera del cine Alameda

y no me quedé con ninguna película:

sólo seguía viendo tus ojos

tras el cristal del taxi.

Me puse al fin en marcha,

y antes de subir a casa

hice escala en el bar de abajo

para tomarme un par de aguardientes

junto a una somnolienta representación

de población activa que untaba legañas

y ansias de prejubilación en pan tostado sin amor.

El diario hablado de las ocho

informó de la muerte de Ray Charles.

No fue la única pérdida de aquella mañana.



Emilio Losada



lunes, 13 de julio de 2015

VENTAJAS DE ESTAR EN LA RUINA





Antes de que se despierten,

el huésped procederá a esfumarse;

orinará sonriendo a la luna ruborizada,

se hará un hueco en su traje raído

y saldrá pitando

para materializarse en cualquier parte

donde aún sea permisible

seducir a las musarañas,

campar a las anchas del momento

y alardear de derrota

ante otra hoguera sitiada

por la imberbe prole del éxito.



Absorto en el contoneo obsceno e irrepetible

de las llamas con el viento,

aguardará paciente la inconsciencia

de sus anfitriones de paso,

se moverá con sigilo

y, a la primera escarcha,

nutrirá su cuerpo yermo

con las sobras del banquete

para afrontar,

como cada bendito día

desde que la razón

sucumbió al beso con lengua

del camino torcido,

un nuevo viaje tan baldío

como lleno de expectativas.


Emilio Losada


domingo, 12 de julio de 2015

Semana dedicada a Emilio Losada
















El beneficio de la duda




No sé si la poesía deba buscar la verdad o la belleza

no creo siquiera en el deber de la poesía

ni creo que la verdad sea finalmente algo hermoso

incluso esto también es verdad.

Ignoro cuantos muertos entran

en una sola raya de coca

en un litro de gasolina

en un cristal tallado

en un telediario

no sé cuantas tumbas sin nombre caben en un desierto

seguro que muchas más que cruces en la calles de Juárez.

No encuentro belleza en las palabras

ni hallo fe en las plegarias

por ello me sigo preguntando

cuantos muertos caben en una oración

en una bandera

en un discurso a la nación

en un olvido.


Uberto Stabile


sábado, 11 de julio de 2015

Los chicos rebeldes




.Los chicos rebeldes se han vuelto tiernos con la edad
se emocionan leyendo poemas,
circulan lento frente a los escaparates del pasado
han abandonado el gusto por las citas
y envejecen con cierta elegancia,
a sus novias ya no les dicen tía
les llaman corazón,
han aprendido a lavar la ropa, a planchar y a doblar
con cuidadoso acierto
cada uno de sus errores,
a los chicos rebeldes el amor ya no les quita el sueño
pero no podrían vivir ni un sólo día sin amar,
hacen trampas con el tiempo pero tienen los días contados.
Los chicos rebeldes saben que ya no volverán a caminar
sobre ninguno de sus propios pasos
por eso ahora cada caricia es siempre la primera
cada beso el último beso.
ya no persiguen ni se dejan perseguir
son incómodos frente a la ambición
aman las causas perdidas
y nadan contracorriente.
Los chicos rebeldes con la edad toman pastillas que no les drogan
drogas que no les matan
y mueren un poquito cada día
sin perder ni ocultar
el brillo errático de sus miradas.
los chicos rebeldes han aprendido a despedirse sin decir adiós
se van sin hacer ruido ni dejan rastro
solos, siempre solos
con el mundo dentro.


Uberto Stabile


viernes, 10 de julio de 2015

En todas las partes cuecen patrías



Nací en Valencia

de padre italiano y madre gata

he sido charnego en Bacerlona

polaco en La Mancha

y churro en mi ciudad,

me llamaron spagnoleto en Italia

y en la escuela macarroni,

en Andalucía soy “el que habla fino”,

gallego en Cuba y en México gachupín,

en Berlín me tomaron por turco

y en Brasil me hablaban en inglés,

a los rifeños les parezco muy claro

y demasiado moreno a la policía de Miami.

He vivido en dos países, siete ciudades y quince casas

de las que sólo conservo sonrisas

y algunas fotos apulgaradas de amigos y familiares.

Siempre vengo de lejos

y lejos voy

con otra lengua, con otra luz

y la patria en los zapatos

para vergüenza de mis invasores.


Uberto Stabile


jueves, 9 de julio de 2015

Los impostores




El olvido es la madrugada donde el miedo les hace fuertes

son como amantes inexpertos despidiéndose una y otra vez

sin terminar de pronunciar nunca el definitivo adiós.

Los impostores conocen todas las entradas y salidas de los sueños

todos los rodeos que hay que dar para llegar antes a ninguna parte.

Los impostores se suceden uno tras otro

confundidos entre la niebla y el amor ciego

son el ir y venir de una misma cosa

el plazo de una deuda que no se paga.

Ellos trazan las fronteras de países imaginarios

y juegan a conquistarlos desafiando al miedo.

Son audaces ante la adversidad

y pálidos bajo el fuego.

Ellos siempre andan pisándose los talones

en su loca carrera por no ser advertidos.

Frente a la verdad son invisibles

mudos frente al silencio.

Los impostores nunca tienen el mismo rostro

ni usan palabras que los delaten,

emboscados en sus viejas gabardinas

los impostores pasean al acecho bajo la lluvia.

Dicen venir de lejos

pero son siempre del mismo lugar

sus huellas no perduran

sus manos frías cambian de color

cuando alguien las estrecha.

Los impostores habitan el amor

como se habita una casa vacía,

mienten para sobrevivir

y viven con la incertidumbre atada al cuello.

Los impostores nos engañan con su certeza transparente

nos conducen sin tregua ni descanso

al lugar de siempre.

Los impostores somos nosotros

cuando cerramos los ojos

frente al amor que duele.


Uberto Stabile


miércoles, 8 de julio de 2015

Paisa




oye paisa tu compra algo mi

reló, gafa, goro

bueno, bonito, barato paisa

tu compra algo mi…



pero es que no te enteras…

no quiero nada de ti moreno

ya todo lo tengo,

tus bosques, tus minas, tus piedras

preciosas, tus negras

toda tu piel y sal

y los leones enjaulados

y los bancos de peces,

hasta el color púrpura de áfrica

-el cuerno de la abundancia –

lo tengo yo…



pero oye paisa yo amigo tuyo

yo sólo busca trabajo en españa

sólo compra algo mi

yo hambre, yo no casa

yo amigo paisa, mucho amigo



no negro, tu no amigo mío,

esta no es tu tierra

yo tengo ahora el tiempo

y el fondo monetario internacional

y todas, todas las malditas

organizaciones no gubernamentales

para lavarme la cara y el culo

y venderte como siempre

lo que antes ya era tuyo



oye paisa pero yo siempre bueno con tú

yo gusta barsa y pallea

y mucho toro en sevilla

yo sólo hambre paisa

mucha hambre…



eres tonto negro,

tu nunca amigo mío,

tu hambre me da de comer

tu sed llena mis piscinas

tu mujer calienta mi cama

tus heridas de bala las fabrico yo

yo soy tu virus del sida negro

yo soy el blanco

de todas tus pesadillas.



no paisa no

yo siempre amigo tuyo

yo cuida bien tu familia

yo sólo tener la vida,

mucho querer y amor

y sonrisas

sonrisas que paisa ya no tiene,

sólo eso paisa, la vida.


Uberto Stabile




martes, 7 de julio de 2015

Dice Gillespie




Dice Gillespie que la muerte no es lo peor

que no es el dolor la mejor escuela

ni el hambre nos convierte en héroes.

Dice Gillespie

que nos son más fuertes quienes más pueden

que lo son quienes más resisten

quienes de la derrota levantan victorias.

Dice Gillespie

que lo más peligroso no es el peligro

que lo más peligroso es la seguridad

con la que eludimos diariamente el peligro.

Dice Gillespie

que no es un hombre acabado

que es un hombre que está acabando

que nunca el final sustituye al fin,

porque en realidad,

dice Gillespie

que le dijo Parker

que le contó Cortazar

que en lugar de hacer el amor

ya va siendo hora

de que el amor nos haga.


Uberto Stabile


lunes, 6 de julio de 2015

Jack Kerouac, Pocahontas y yo




Íbamos Jack Kerouac, Pocahontas y yo

camino del sur en mi vieja furgoneta escuchando

John Lee Hooker en la radio

Despeñaperros pa´ bajo y algo más en el cuerpo

cuando recogimos al estudiante colombiano

haciendo autoestop en la gasolinera de Bailén

con un master en geología y dos piedras de hachís en el bolsillo,

contando historias de Manu Chao y las FARC

y el estado de sitio y una muchacha de Cáceres que le prometió el amor

y se quedó con todos sus travelcheques como recuerdo.

Íbamos, digo, camino del sur desentonando a coro al Camaron

palmeando sobre el salpicadero de la Nissan

creyéndonos libres y soberanos en un país que no reconocemos

ni quiere reconocernos,

cuando vimos la luna sobre la ciudad de Córdoba y suspiramos

como si fuéramos niños de plata en un jardín prohibido,

y nos cogimos de la mano porque en un momento todos fuimos indios

como Pocahontas, Moctezuma y nuestro amigo colombiano,

indios en una reserva de vino, ceniza y hechizos,

y conjuramos al futuro para que nos fuera propicio

y el futuro se nos hizo de pronto irreversible, irreverente, irrevocable.

Y tuvimos que enterrar en una sola noche

a los amigos que habían muerto desbocados, de amor

de velocidad, de locura, de la vida misma que ahora nosotros

en el umbral del siglo reclamamos desde la memoria.

Como pasajeros de un poema sin destino

íbamos Jack Kerouac, Pocahontas y yo

camino del sur encañonando con insolencia

la sien plateada y sospechosa de una Europa limpia

ordenada y preparada para repeler el hambre que nunca

nos dejaron reclamar.


Uberto Stabile



domingo, 5 de julio de 2015

Semana dedicada a Uberto Stabile




Fotografía de Daniel Mordzinski



Nos quedamos con el deseo de amarnos




Nos quedamos con el deseo de amarnos, de querernos tener, de poseernos.
Quedé con los recuerdos tristes y un beso seco en los labios.
Quedé sin él, sin su ser, quedé y él se fue para siempre jamás; nunca volvió, nunca lo busqué.
Lo nuestro se tornó en algo pasajero, repentino y fugaz como el vuelo de un pájaro, cuando tuvo visos de eternidad.
Sin embargo aquí estoy, desde mi ventana mirando el triste y peculiar atardecer, melancólica y cabizbaja cavilo sobre lo que pudo ser si nos hubiésemos atrevido a atrevernos; si nos hubiésemos decidido a romper con la cruel barrera que nos oprimía.
Creo que ya nada está como debería estar…que él y yo debíamos simplemente no ser.


Olga Sain


sábado, 4 de julio de 2015

Soneto Frente al mañana



Cadáveres de imperios y falsos pedestales
sorprenderá la aurora con venturoso brillo
cuando el taller entone los himnos del martillo
no en bien de los tiranos sino contra sus males.

Sombras de religiones, fantasmas ancestrales
serán como las ruinas de un trágico castillo
y el hombre, con la ciencia como único caudillo
sin dioses, ni fronteras, ni leyes, ni jornales.

Las fuentes de la vida prodigarán sus aguas
una estación de amores como una primavera
se encenderá en su vientre de maternales fraguas.

Y al bárbaro conjuro de las sufrientes proles
ha de surgir el mundo de luz que nos espera
como una flor dormida bajo un millón de soles.


Olga Sain


viernes, 3 de julio de 2015

Hoy seré tuya



Hoy seré tuya
tu musa
tu antro
tu templo
el beso lacerante
que te ate a mi silencio
la humedad que inmoviliza tus latidos
la rosa con espinas
tu placer
tu dolor.
Nadaré en tu piel
galopante
poderosa
explotaré tu volcán
con ilusiones mudas.
Seré tu mar
tu serpiente
el calor que te muerde los sentidos
la lava que recorre
tus venas desveladas,
tu boca encadenada.
Hoy seré tu pan
tu agua
tu desierto
tus ojos
tus latidos.
Seré tu sueño.


Olga Sain


jueves, 2 de julio de 2015

Caos



Caos I

Es plomiza la mañana
y sin camino
sepultura de zapatos
sin ventanas,
tu ausencia
se descargó
sobre mi vida
como la muerte.

Caos II
Desperdicios humanos
en afrutadas mieles
desvaídos encajes
en castillos de cerámica,
los aceites volcánicos
entre vidrios glaciales gimen.
Territorios donde
deambulan aves en carruajes
y los hombres transitan
como membranas movibles sin identidad.
Muelle inmaterial de religiones
mudanza de los años solares
ascienden en lumínicos giros.



Caos III
Se abrió la tierra
hay penumbra de incienso
duermen arquitecturas
mamposterías descolgadas,
y dos puertas se abren
sobre las nuevas fundaciones.
Viajeros humanos
en lluvias tropicales
hablan de la guerra.
En saciados candelabros
vibran metálicos tejados
las ventanas se quedaron en el templo,
vestiduras de pánico persisten, la oscuridad.
en la comida acabada sube hasta lo indecible
voz de niño sollozante,
luego, agua en el agua, cántaros.
junto al jardín de los poetas
territorio olvidado
pirámides se tocan en el cielo
para desplomarse entre las rosas.
Ciudad de caos
episodio turbulento de la melancolía.


Olga Sain


miércoles, 1 de julio de 2015

Mi piel guarda memoria de tus manos



Mi piel guarda memoria de tus manos
recorriendo la piel desnuda de mi entrega
tiene en ella tu aroma
tu aliento,
tu sabor,
tus triunfos,
mis derrotas.
También tiene sonidos de dulzuras,
esas ternuras claras vibrando en
cada encuentro entre penumbras.
Tiene también tus restos y tus rastros
la luz opaca del deseo
y el rostro del amor amaneciendo.


Olga Sain