Y así no hay sueño fácil que nos saque de la cama cuando estamos vencidos. Ni amor lo suficientemente poderoso como para curar el cansancio de un corazón: dolores en el centro de una habitación sin ventanas, dolores en el paraíso perdido de la memoria, dolores de la vida sin palabras y que nos devora por dentro.
Juan Manuel Uría
No hay comentarios:
Publicar un comentario