De Alejandra Pizarnik el poema HIJA DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
lunes, 29 de octubre de 2007
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4 comentarios:
Las palabras se suicidan... se ahogan en el tiempo...
Grande es Pizarnik...
Un saludo
Abrazarse para no encontrarse a nadie más que a sí mismo.
Desolador.
Formidable Pizarnik.
Abrazos
Ser capaz de todo eso y darse cuenta de su vacío y su soledad es valiente...suficiente?
Olimpia.
Precisamente hace unas horas lo volví a leer y ahora de nuevo, maravilloso poema.
abrazos
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