sábado, 6 de junio de 2009
VAN CINCO DÍAS YA QUE NO TE VEO...
Van cinco días ya que no te veo,
cinco épocas oyendo el sonido del tren.
Cinco rejas de nada envolviendo a una carta.
Cinco antidiluvianos zarpazos de extra.
Me muevo por la casa...
igual que un escorpión borracho
y compruebo que el trabajo es mentira.
Que es vida falsa cuanto no incluye tu presencia.
Que hasta la espera es pan de desconsuelo.
Que hasta estas frases con que describo tu vacío,
son hielos apagados y casas de ceniza.
Tu ausencia es una cosa que pesa como plomo
tu ausencia es una cosa dura como metal
tu ausencia es un enorme barranco
al que me asomo sin tacto...sordo... y ciego
Tu ausencia es un olor que abrasa mi nariz
un ruido monstruo que se cuelga en mi oreja
un animal sin límites que es todo cicatriz...
Y que lame mi vida...y me la deja vieja tu ausencia...
Esa cosita que no tiene abuelo... ni apellido... ni forma...
ni rodilla... ni pelo...
es sin embargo un bulto majestuoso y profundo
tu ausencia es una rara cosa
que está vaciando a pausas mi lleno corazón
y que está abarrotando de vaciedad el mundo
Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir y te levantes desnuda
(en medio de la noche)
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia...
en algún lugar de la tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos
y escribiendo... escribiendo... estos degenerados versos.
Félix Grande
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