sábado, 12 de diciembre de 2009

Era pobre y sórdida la alcoba....




Era pobre y sórdida la alcoba,
escondida encima de la equívoca taberna.
Desde la ventana se veía el callejón
sucio y estrecho. De abajo
subían las voces de unos obreros
que jugando a las cartas mataban el tiempo.
Y allí, en una cama mísera y vulgar
poseí el cuerpo del amor, poseí los labios
sensuales e sonrosados por el vino -
sonrosados de tanto vino que incluso ahora,
cuando escribo, después de tantos años,
en mi casa solitaria, vuelvo a embriagarme.



K.Kavafis


1 comentario:

josefina dijo...

Muy bonito el poema. me recuerda mi casa, en mis primeros años con un vecindario variopinto.
Algun día con la ayuda de Carlota tengo que escribir algo interesante de aquellos años.
Un saludo