De R. Tagore CUANDO NUESTROS OJOS SE ENCONTRARON A TRAVÉS DEL SETO...
Cuando nuestros ojos se encontraron a través del seto,
pensé que iba a decirle alguna cosa; pero ella se fue.
Y la palabra que yo tenía que decirle se mece día y noche,
como una barca, sobre la ola de cada hora.
Parece que navega en las nubes de otoño, en un ansia sin fin;
que florece en flores de anochecer,
y busca en la puesta del sol su momento perdido.
Chispeaba la palabra, como las luciérnagas, por mi corazón,
buscando su sentido en el crepúsculo de la desesperanza;
la palabra que yo tenía que decirle.
jueves, 24 de enero de 2008
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3 comentarios:
Un instante basta para la desesperanza a menos que tengamos la suerte de volver a encontrar los ojos.
abrazos
Buena ocasión para leer algo de Tagore. Hacía tiempo que no pasaba por él.
Gracias.
Esa palabra queda pendiente unicamente de su voz....para ella no será nada, por que no existió.
Olimpia.
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