domingo, 26 de octubre de 2008
Nada de mis manos tendrá tu piel…
Nada de mis manos tendrá tu piel…
Acaso he conducido la noche hacia el páramo,
los surcos de mi vida traen viejas carreteras conocidas,
la ebriedad de los atardeceres
pueden deambular entre los dos
para que el silencio dote de significado a este océano marino.
Cuando el otoño se pronuncia en mí
sabe en donde derrotarme,
me muerde en el alma
con sus dientes de olvido
o esa lluvia fina de días
que cala hasta el tuétano.
Nunca he sido un héroe,
ni siquiera he dejado de ser un hombre gris,
aunque por ti haya quebrado algún relámpago
y me haya expuesto a ser vencido
por una nueva desolación.
Fernando Sarría
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4 comentarios:
como siempre mi querido Fernando... HERMOSOOOO!
sabes te envidio la forma de escribir!!!
envidia de la buena he???
Fuiste tú, y eso ya es más que suficiente.
Besos
Descubri el blog por casualidad, me he quedado gratamente impresionada, con tu permiso lo añado a mi lista.
Una belleza la de ese otoño que plasmas, gracias por compartirla.
Saludos.
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