miércoles, 25 de febrero de 2009
Tienes la gracia de los hados
Sé que no entiendes el remolino
que me lleva, la angustia que responde
a tu sonrisa, el suspiro callado,
la mano que aguarda suspendida
desenfundar por fin mi amor completo,
temerosa.
No entiendes.
Besas y algún rato interrogas
mi silencio. Acaricias el lamento que me ahoga.
¿Puede tu Saanyong asemejarse a un carro,
un león, un jabalí, un mismo yugo?
¿Olvidaremos un día alguna ofrenda?
Los dioses habrán decidido en mi lugar.
Me llamo Alcestis.
Y puedo morir por ti.
Carlota EX-nihilo
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