Fernando Ainsa en su libro APRENDIZAJES TARDÍOS, precisamente el poema titulado “Aprendizaje tardío”:
Cuando florece el cerezo
y se cubre del presentimiento blanco de fruta,
empieza realmente la primavera.
Porque el almendro pudo confundir su flor
con las nieves de febrero
y el melocotón darnos falsa esperanza
de bonanza en el ventoso marzo,
tantos trajes tiene el vestuario de la naturaleza.
Son estos aprendizajes tardíos
- en realidad de hortelano improvisado –
los que ahora me ocupan:
descubrir el ritmo secreto de lo que me rodea,
la tenaz indiferencia con que llevan adelante su empeño
los árboles frutales de la huerta.
jueves, 19 de abril de 2007
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4 comentarios:
Siempre me ha impresionado la terquedad del árbol frente a la inconstancia de las personas.
Aunque sea tardío el aprendizaje también llego a la misma conclusión que Fernando Ainsa desubriendo:
"la tenaz indiferencia con que llevan adelante su empeño
los árboles frutales de la huerta."
Espléndido.
Abrazos.
UN abrazo Ybris.
"Descubrir el ritmo secreto de lo que me rodea"...He ahí la cuestión. El misterio de la vida. El que a veces es tan cercano desde el campo.
Me gustó mucho
Un beso
un beso para ti amiga.
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