He dejado deshacerse mis palabras,
hablaban del largo camino del sarmiento
para llegar a mi
y ser encendido en el ángaro nocturno del otoño,
pero traían esa sensación del paso
imperturbable
de las estaciones y de la vida.
Y hoy quiero escribir algo alegre,
dejar esta contumaz nostalgia
que me hace impenitente fiel del recuerdo.
Sentir que hay deseos en que no anida el alma del olvido,
que no hay amor que siempre se deshaga,
ni pasión que vaya perdiendo la luz de nuestro cuerpo.
Hoy quiero desnudar la primavera,
esa hermosa mujer que sabe despertar
el viejo odeón con sus canciones
y que, derramada como la lluvia
sobre nuestros corazones,
abre un paréntesis de aromas, luces y colores,
que siempre nos ha de brindar
una brizna diminuta de felicidad.
Mañana...mañana será otro río
el que se lleve mis palabras y mis recuerdos.
miércoles, 11 de abril de 2007
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6 comentarios:
Estupendo que te cites con este magnífico poema que ya te comenté en Blogia.
Aunque sea un paréntesis merece la pena abrirse a la primavera.
Un abrazo.
La primavera invade hasta las letras, Fernando y tu poema me ha hecho recordar que hay sueños que florecen en esta época, que despiertan como los brotes a la llamada de la savia nueva.
Un abrazo.
Mañana será otro río, otra agua, otro aire, otro día. Mañana ... será. Todo es posible ... o casi.
Buen Día. PAQUITA
Gracias por vuestras palabras...la primavera me trae tantas cosas que casi ni sé explicarlas...abrazos para todos.
La mejor estación para renacer lo que se haya escondido, germinar las pasiones y despertar al olvido.
POr un instante....al menos.
Olimpia.
Ese instante merece la pena...besos
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