Magdalena Lasala en su nuevo libro "Y ahora tú pasas tu mano osadamente" nos deja este poema: QUE DIERA POR ESCONDERME
Qué diera por esconderme un día bajo
la mesa de tu despacho
rival de mi fiebre
y esperar callada a que llegaras
ocupado, como siempre.
Ellos se sentarían al otro lado,
tú vendrías a tu sillón y no dirías nada
tragando el respingo de verme
ahí abajo recibiendo
lo oculto de tu cuerpo
sin remedio.
Te sabrías
a merced de mi presencia secreta,
a mi merced ese fruto
que recoges todos los días
bajo esa misma mesa, en medio
de tu reunión.
Controla ese rojo que te sube por el rostro
y acostúmbrate a mirar
antes de sentarte
en tu sillón de importante.
lunes, 7 de mayo de 2007
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4 comentarios:
Ya no daría nada por esconderme..
Besos.
Tiempo, evolución, vida..un beso.
Vuelvo a leer este poema que ya pusiste en tu otro blog y le veo una nueva luz inspiradora jajaja.
;);)..no coment.
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