domingo, 16 de marzo de 2008
Hay un racimo de olvidos
Hay un racimo de olvidos en cada crepúsculo que viene.
Siento diluirse la luz en el rojo amaranto de tu vestido,
procesión de sombras que susurran al recorrerte,
mientras tú eres hermosa en el desierto de tu boca,
yo me calcino en el derramado fuego de la espera.
Fotografía aquí
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