sábado, 19 de abril de 2008
Puedo
Puedo devorar la noche y el contorno donde titilan los astros,
en sus deseos de azabaches y ágatas detenerte.
Asida de mis manos,
como un suicida tiene la manija del vértigo
antes de lanzarse al abismo,
quedarás, quedaremos los dos,
respirando de la sangre y del olvido.
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5 comentarios:
esa noche es para perderse
para no regresar
para nutrirse de su color
saludos
Triste pero me gusta..
Fernando,
poema corto e intenso, con una sensación de espasmo ante la noche que nos recuerda el vértigo del antes, y el olvido del después.
un beso,
ana.
respirar juntos... no importa que, pero juntos.
como siempre fer,
aplausos
estos instantes que desgarran la noche y dilatan los segundos dulcemente.
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