miércoles, 13 de enero de 2010

MORIR




Morir es no volver a estar
a la misma hora
en los mismos lugares,
con las mismas personas.
No aparecer, cada mañana,
como esa gran luz nueva
disuelta entre las cosas;
dejar interrumpidos los trabajos,
los viajes en punto muerto.
Ajenos a los mares y a los astros.
Morir es estar quietos, sordos,
ciegos, mudos, desaparecidos,
desconectados de todos y de todo,
de nosotros también;
no regresar a casa nunca más.
No emitir ya señales, recibirlas tampoco.
Morir es no volver.



Ángel Guinda



2 comentarios:

ybris dijo...

Eso.
No volver.
Vivamos, pues, mientras estamos por más que un día nos vayamos.

Abrazos.

Doberka dijo...

Así de rotunda, Ángel, así de salvaje.

Besos