jueves, 23 de diciembre de 2010

La memoria de un torrente desbordado




Otras veces la humedad es lo que queda,
un resto,
la memoria de un temporal o un torrente desbordado,
la resaca barrosa y pertinaz de una crecida,
los recuerdos que impregnan muros marcados por graffitis de un cielo
[desmoronado.
Pasó el temporal, se saca o seca el barro,
más bajo la superficie asoleada
engañosa y disfrazada la humedad persiste.
En realidad siempre estuvo
allí
tenaz
agazapada.



Fernando Ainsa