lunes, 31 de octubre de 2011

AUSENCIAS




Cuantos días sin escribirte.
Necesito hojas donde imprimir mis versos,
necesito la tinta que inundan mis meninges
para escribir en el pergamino de tu piel.
Cuanto amor guardado
en el nido acuoso de tus estancias.
Cuanto esperar al atardecer para que nos despierte
entre sábanas de arco iris.
El tiempo del encuentro ha madurado,
las lluvias de la ilusión verdearon nuestras ramas,
el viento de la noche cimbreó las ausencias
de los años que la vida escondió.
Ha llegado el día, la hora precisa.
Debo escribir sobre tu piel, pergamino de seda,
con la tinta que inundan mis meninges
un poema que acaricie lentamente,
lentamente todas tus estancias.



Amparo Sanz Abenia


domingo, 30 de octubre de 2011

Semana dedicada a Amparo Sanz Abenia




Ravillo




Esta noche estoy de guardia,
si se te suelta algún punto
recuerda que estoy atando cabos
a las tres equis mayúsculas
con las que suelo triplicarte.
A ver cómo consigo
deshidratar mis ojos de Ayatolah
para que puedan tantear los tuyos
con adecuado acento
en el rabillo.



Pepe Montero


sábado, 29 de octubre de 2011

De desguaces





Mientras existan individuos más inteligentes que usted,
más favorecidos por la genética,
más vigorosos y mejores amantes,
más espirituales, creíbles y biotécnicos ,
con gran superhabit de prestigio
entre los entregadores de cofres,
marfiles, y ébanos, palmas y laureles,
mientras esas leyes sigan en vigor
haría bien en no inundar la pantalla
de escarabajos, piedras de molino, y meadas de Horemheb.

Mientras Moravec afirme
que los cambios tecnológicos
conducen a cambios sociales,
The New Yorker se niegue a publicar
sus trillones de desguaces,
y la Maison Givenchi rechace lanzar
con su marca sus olores axilares,
mientras se niegue a ver el mundo
como realmente es, y no como lo pintan
sus paradigmas antitradicionales;
será un gorrión de ala tullida,
encerrado en jaula para grillo.



Pepe Montero


viernes, 28 de octubre de 2011

Panfletando que no es poco





En la naturaleza del hombre habita el mal,
Dios lo permite, así ha sido, así es y, así será
por los siglos de los siglos.
En la raza humana hay estupidez,
la estupidez lleva a decir beee, a decir, quéee,
a decir, vaaa, a decir, huiii,
y casi nunca, a decir, voy.
Entre los seres inteligentes
hay clases, castas y costos.
La clase hace costra,
la costra hace casta, y la casta
castra al casto por el costo.
Así ha sido, así es, y así será
pues estamos hechos para que así sea.



Pepe Montero


jueves, 27 de octubre de 2011

Como lo oyes





Tengo que decirte algo.
Ah.
Bien.
Qué.
Que ya no te quiero.
Cómo es eso, ayer me querías, estabas loco por mi.
Es que he leído a Paul Valery.
Y qué.
Que Paul Valery escribió que el futuro ya no es lo que era.
Eso es una visión tecnoutópica, que sepas que yo me enamoré de tí,
gracias también a ótra frase de Paul Valery.
No jodas.
Si, como lo oyes.
Y qué frase era esa.
Una mujer sola, siempre está en mala compañía.
Brillante, ese Paul.
Sí.
A ver si lo entiendo, hoy es el futuro de ayer.
Sí.
Y no es como que tú pensabas que iba a ser.
No.
Cómo iba a ser.
Como todos los futuros, no sé.
Y cómo es un futuro.
Abarrotado.
Pero si estamos solos.
Pues eso.



Pepe Montero


miércoles, 26 de octubre de 2011

Por ese orden





Una anciana, muy anciana sube al autobús. El autobús va repleto, muy repleto.
La anciana es muy anciana pero muy irascible. Vamos que será muy anciana, pero también muy borde. Abronca al conductor. Abronca a los que están detrás, delante, y a los lados.
Abronca a los que no se levantan para cederle el asiento. ¡Qué poca vergüenza".
Otros ancianos la corean. Hay muchos ancianos en el autobús. Todos le gritan al conductor.
El conductor masculla algo. Estornuda y se suena los mocos.
Y se seca las lágrimas. Por éste orden. Y con el mismo pañuelo.
En todas las paradas suben más y más ancianos.
Todos expresan su ira. ¡Una hora esperando!.
¡Que pongan más autobuses!. ¡Qué poca vergüenza!.
El conductor mira por el espejo retrovisor.
Cada vez da más frenazos.
Y masculla.
Y arranca con brusquedad.
Y estornuda.
Y se suena los mocos.
Y las lágrimas.
Y se rasca los huevos.
Por este orden.



Pepe Montero


martes, 25 de octubre de 2011

Contra gustos...




Me gusta cuando hablas porque no entiendo nada,
y esa desenvoltura me entra por el umbral de la garganta,
y alumbra la vida secreta de mis toses.
También me gustan las rayas azules y blancas del espejo de tu recibidor,
y que tu padre haya sido policía, y esas ronchas que te salen al rascarte,
y que tu perra y mi chucho armen un pollo con las correas,
fíjate tú, que gustos.
Mear en tu bar, me gusta, y el dibujo crispado de tu frente
cuando florece en tu móvil un mensaje maniático,
la huella de tu culo en la silla, cuanto te levantas,
que bailes con música de los 80,
y el barquito de papel en donde hacemos un crucero canino por el canal de aguas estancadas.
Todo eso me gusta, mi preciosa pelirroja.



Pero lo que más me gusta,
es ver que aunque el universo entero se derrumbe a tu alrededor,
haces siempre siempre lo que te sale del coño.




Pepe Montero


lunes, 24 de octubre de 2011

I




Se le caían. Las botas altas le hacían unas piernas orgullosas de sí mismas. Pero, de la rodilla hacia arriba se le caían y a ella eso la ponía muy nerviosa.


Qué tal me quedan.
Bien.
Qué coño, bien. No ves esas arrugas.
Qué.
Que me hacen la pierna gorda, pareces tonto.
Pues ponte otra cosa. Tienes veinte pares más.
No salgo.
No jodas, que ya llegamos tarde.
Que no. Piensa como lo arreglo, para qué eres modisto, vaya modisto de habas.
A mi las arrugas de las botas me ponen cachondo.
Vete a la mierda.
Soy modisto, no zapatero. ¿Tienes una goma?.

¿Eh?. Hoy no follas.
Que no mujer, con un trozo de goma te hago unas ligas.
¿Tú crees?. (después de mucho buscar). Solo he encontrado esto.
Esto mide un palmo, sólo sale una.
Vale, pues házme una.
Pues sí, me vale. Pero cómo voy a llevar una bota estirada y la otra caída.
Quítate el sujetador.
Y dale.
La otra liga te la saco de ahí.
Sí hombre, no pienso en otra cosa.



Me acuerdo de ese momento de tensión, cabreo, complicidad, y caos, porque esa única liga, esa, acaba de aparecer en un bolsillo de mi cazadora. Por fin, salimos, pero estuvo toda la noche refunfuñando mientras se estiraba de vez en cuando las putas botas.

Y Ahora que hemos roto, y no pensamos volver, viene a mi memoria ese poso feliz, sencillo y cotidiano, y pienso en la tragedia que realmente fue para ella, lo que sucedía, por encima de su maravillosas rótulas, justo desde el músculo sartorio hasta casi llegar al biceps femoral.


Pepe Montero


domingo, 23 de octubre de 2011

Semana de Pepe Montero



ATARDECE







Atardece
sobre la roca grisácea
y en su gigantesca falda
cada muestra de naturaleza
dibuja una porción de tapiz.

Me gusta venir aquí, solitario,
al mirador de José Antonio Labordeta
y hablar con él mientras la tarde cae
y los recuerdos toman el tono anaranjado
de aquellas nubes lejanas que sobre Jaca
parecen las huellas imborrables
de la luminosa paleta de colores
de José Luis Lasala.

Y sin embargo se apagan.




Antonio Pérez Morte





sábado, 22 de octubre de 2011

ESPERO CONTIGO







Trabajo. Temporal. El mar.
Inmigrantes.
Indocumentados. Ahogados.
Desplazados. Pateras.
Tráfico de órganos.
Prostitución infantil.
Niños mineros, soldados.
Tráfico de armas.

Estupefacientes. Trata de blancas.
Violencia de género.
No todo Israel. Palestina también.
Sirios en Turquía. Incomunicados.
¿Habrá un día… Libertad?

Y sin embargo, la espero contigo.


Antonio Pérez Morte


viernes, 21 de octubre de 2011

DISCUTO CONTIGO




Y me dirás que no es correcto empezar
una frase con “y” griega,
aunque se trate del verso primero
que comienza el poema.

Yo te diré que sólo era
la pequeña licencia
de quién, hundido y derrotado
vuelve a la carga,
con la prisa y la ansiedad
de darlo todo por cerrado.

Y volverás a insistir en el error
de comenzar la frase con “y” griega,
aunque se trate del último verso
que culmina el poema
de ese autor que espera, impacientemente,
sin objeto, las previsiones del tiempo.

Y sin embargo, discuto contigo.



Antonio Pérez Morte


jueves, 20 de octubre de 2011

ME LEVANTO CONTIGO




La evolución de la crisis económica
mantiene despierta la palabra duda.
Mientras,
Zapatero aprovecharía el verano
sin saber muy bien cómo.

El rechazo vivo de los ciudadanos
adelantaría a Septiembre
el pistoletazo indignado,
los exámenes de recuperación.

La convocatoria sin reforma,
el turismo del Euro,
los pepinos inocentes.
los piratas en aguas de Somalia
y los agentes sociales
podrían formar una piña natural,
con más, sin Rosa Díez.

Y a pesar de todo me levanto contigo.



Antonio Pérez Morte


miércoles, 19 de octubre de 2011

SUEÑO CONTIGO




¡Ah, mi vida, tu vida,
nuestras vidas,
diluyéndose vertiginosamente,
al final de un informativo
televisivo,
sin postre!

¡Ah, mi vida, tu vida,
nuestras vidas,
patrocinadas a dos euros la llamada
en la eterna sobremesa
de siempre!
La única verdad que nos legó el siglo XX.

Y a pesar de todo, sueño contigo.



Antonio Pérez Morte


martes, 18 de octubre de 2011

ME DUERMO CONTIGO




No es prematuro tomar los parques,
convertir en casa la plaza.
Hacer relojes de sol.
Dormir bajo las estrellas.
No es prematuro llorar y cantar.
Regalar cascabeles.
No es prematuro gritar indignado.

Últimamente, el rechazo
conseguido, ganado,
se afianza contra Nada:
Nadie calla y eso está muy bien:
¡Démonos la voz!
El grito de monos
saltando en sus lianas, avisándose del peligro.

Y a pesar de todo me duermo contigo.



Antonio Pérez Morte


lunes, 17 de octubre de 2011

ME ACUESTO CONTIGO




El miedo arriba. Arriba.
Un día más encarar la jornada.
Gobernar sin apoyos la rutina.
Cálculos,
promesas,
balances.

Elites rebeldes
buscando prebendas cada día,
mientras el sueldo no alcanza
y se alarga la noche
si la vives despierto
y sueñas,
con los ojos abiertos,
la misma pesadilla.

Y a pesar de todo me acuesto contigo.


Antonio Pérez Morte


domingo, 16 de octubre de 2011

Semana dedicada a Antonio Pérez Morte



aquella vaca tenía la fuerza



si los mataderos fueran transparentes,
acabaríamos todos siendo vegetarianos



Paul McCartney





aquella vaca tenía la fuerza
de un gran barco encallado
en el océano enfermo de una vitrina
y ahora
ahora se extingue sola
suspendida dentro de ese cristal en equilibrio
pobre vaca ciega









Nuria Ruiz de Viñaspre



sábado, 15 de octubre de 2011

con una luna de cuchilla corva



con una luna de cuchilla corva
como una luna guillotina suspendida en aire
tramaron el corte limpio en la oscura tarde
ya lo hacía antaño el cirujano
y como el carnicero —más mugriento—
poda la carne en su jornada
con ese acunado láser de cuchillo
separaron limpiamente la carne de tu hueso
para sazonar lo uno y degradar el resto
pero recuerda que en esta tundra de hambrientas bocas
tú eres lo que comes
por eso por eso la osificación
será siempre nuestra herida más elocuente




Nuria Ruiz de Viñaspre


viernes, 14 de octubre de 2011

nunca aprendimos la diferencia



nunca aprendimos la diferencia
del destino de la cuchilla que disecciona
nos pasamos la vida construyendo mesas de carnicero
sobre el esbozo de nuestras propias mesas de comedor
¡qué gran fiesta de comensales vacunos!



Nuria Ruiz de Viñaspre


jueves, 13 de octubre de 2011

la espera asfixia la propia ambigüedad



la sospecha de su muerte
ni crece ni decrece





la espera asfixia la propia ambigüedad
del camino confuso de su boca
su estómago reposa en el eje de una báscula
y ahora toda ella es esfera acuosa de silencio

es hora de contar la desesperanza
de romper el hielo para diluir la espera
de disolver otras redes de tortura

ayer su cabeza predecía su huida
pero ahora yace acomodada e inédita
en esta balanza de imaginería antigua








Nuria Ruiz de Viñaspre


miércoles, 12 de octubre de 2011

no la toquéis más







¿por qué razón habrá el caballo
de parecernos siempre desnudo,
y no el ganado vacuno?




m. a. ortega







no la toquéis más
no despellejéis la costumbre de su traje
su cuerpo es hoy el tesoro
que exprime la mano más cobarde
esta res que yace a vuestro lado
lleva su futuro despedazado
en alguna pradera o calle bombardeada
soltad sus pequeños trozos de carne
saltando por los aires
soltadlos





Nuria Ruiz de Viñaspre







martes, 11 de octubre de 2011

saben que van a morir






saben que van a morir
devoradas por otras bocas
pero no por ello apartan su mirada melancólica
cuando observan embobabas pasar un tren
que parte en dos el Mundo bajo una lluvia lenta
¡qué melancólica es la mirada de una vaca que no huye!
se parece tanto a la mirada de un niño…




Nuria Ruiz de Viñaspre






lunes, 10 de octubre de 2011

la paz que venía de los ojos del buey-prado...




in crescendo
la paz que venía de los ojos del buey...

Clarice Lispector



la paz que venía de los ojos del buey-prado
el peso del amor que venía de
la paz que venía de los ojos del buey-prado
el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del buey-prado
la apilada carne tras el disparo que atraviesa
el peso del amor que venía de la paz
que venía de los ojos del buey-prado
la mosca-novia que acribilla la apilada carne
tras el disparo que atraviesa el peso del amor
que venía de la paz que venía de los ojos del ahora buey-muerto




Nuria Ruiz de Viñaspre



Los poemas de esta semana son todos de su libro

Tablas de carnicero (Luces de Gálibo 2010)


domingo, 9 de octubre de 2011

Semana dedicada a Nuria Ruiz de Viñaspre



TINTA







Mi otro abuelo
estuvo preso en Oviedo.
En la cárcel provincial.
Después de la guerra.

Todas las mañanas
colgaban una lista
en la puerta de entrada de la cárcel.
En esa lista estaban escritos
los nombres y los apellidos
de todas las personas
a las que el día anterior
habían puesto contra el paredón
o dado muerte
mediante garrote vil.

Imagínate a tu abuela,
me decía mi padre,
sin saber leer ni escribir,
conmigo en brazos,
preguntando a gritos
a las otras mujeres
si tu abuelo
se había convertido

en tinta.


David González






sábado, 8 de octubre de 2011

TANGO AZUL







En una ocasión, la madera me tiroteó.
La historia tiene su punto. Te la cuento.

Nos ligaron en un coche robado,
nos cercaron,
nos mandaron bajarnos del buga
y apoyar las manos en el maletero para
cachearnos,
esposarnos,
llevarnos a comisaría. Era viernes.
El sábado tenía pensado estrenar ropa
para ir a la discoteca, todo maqueado,
a vacilar con las chorbitas. No lo pensé
dos veces, me di la vuelta y salí por pies.
La esquina de la salvación estaba cerca.
Uno de los maderos dijo, gritó:

¡Quieto ahí, hijo de puta, o te mato!

Disparó.
Me disparó a menos de cinco metros de distancia
y falló. Escapé. Estrené mi ropa nueva. Vacilé.

Sin embargo, lo importante no es esto.
Lo importante es lo que yo siempre digo:

debería haber acertado,

debería haberme matado en ese mismo instante,

cuando no le tenía miedo a la muerte,
cuando todavía era

feliz.



David González









viernes, 7 de octubre de 2011

SACRIFICIO






me llamo david:

y me esfuerzo, me esfuerzo:
dios sabe que me esfuerzo:
dios sabe lo mucho que me esfuerzo:

y aunque no sea quién para decirlo,
no solo lo digo: lo escribo:
no creo haber obrado del todo
mal:

pero nada:
no hay nada que hacer:

el suelo que labro
no me quiere dar sus frutos:

el suelo que labro
no me quiere dar sus frutos:

como a caín: sí: como a caín:

pero yo me llamo david:
ya te lo he dicho:
y ni siquiera tengo un hermano

al que matar:


Poema de su próximo libro No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)



David González








jueves, 6 de octubre de 2011

POÉTICA







escribo a mano:

igual que si cavase

mi propia tumba:



Poema de su próximo libro No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)



David González







miércoles, 5 de octubre de 2011

LA IMPRENTA







Una anciana que anda en chancleta
se detiene en la esquina entre la calle de la
Soledad
y la plaza que lleva el mismo nombre,
y mientras recupera el poco aliento que aún le queda
contempla con extrañeza el aspecto de la casa
en la que tiene su nuevo domicilio
social
la asociación de vecinos del barrio
y se pregunta, trata de recordar, qué era
lo que había antes ahí.

Leche con ginebra y farolillos de papel.

Eso era lo que había, señora.

Leche de pantera y farolillos de colores:

el mesón, el taller y la casa de Wei Hsiao Niu,
el chino que descubrió Asturias en los años veinte.
Pero la mujer,
por más que lo intenta,
no consigue visualizar los ojos rasgados,
el corredor de gala o el letrero de neón;
de modo que, en busca de un punto de referencia,
dirige la mirada hacia la imprenta de José,
pero se encuentra con un camión basculante,
una pala excavadora y una fachada de andamios.
Sintiéndose desamparada,
la mujer empieza a desvariar:
es que solo nos traen grúas y demonios, grúas
y demonios…

Después echa a andar y tropieza
con una chapa de acero que cubre una zanja.
Sus manos se agarran a una valla metálica.
La memoria, en cambio, no encuentra
dónde.




David González







martes, 4 de octubre de 2011

EL SALTO



en saltar de un tejado

a otro:

en eso consistía la apuesta:

en saltar de un tejado

a otro:

del tejado podre de una fábrica
de escamas y esqueletos de pez al

tejado impecable del mesón del chinoi:

era un tejado a dos vertientes:
sobre el caballete, en fila india:
alfonso, el hijo del de la imprenta:
pedro, el de la calle atocha:
rufino, el hermano del rata:
horacio, en el saliente:
y yo: el más pequeño de todos:

era un salto gutural: generacional:
desde una altura considerable además:
suficiente como para romperse la crisma
y dejar la vida contra cristales de botellas ro
tas:
clavos con tétanos: y astillas de las tablas
que medraban, como la mala hierba,
en los adoquines del callejón que discurría
entre la fábrica y el mesón:

alfonso y pedro se echaron atrás:
dicho de otro modo: les entró la cagalera:

horacio, rufino y yo saltamos:

alfonso tiene mujer y dos hijos:
pedro también: mujer y dos hijos:

horacio saltó del caballete

al caballo

y la palmó de sobredosis hace siglos:
cuando yo apenas empezaba a drogarme:

luego de pegarle el tirón al bolso,
rufino saltó por encima de la anciana,
a la que hizo caer por las escaleras:
el ataúd ya la esperaba abajo: en el portal:

la última vez que coincidí con él,
en la segunda galería de la cárcel provincial,
hace de esto veintitrés, veinticuatro años,
aún estaba pagando por aquella muerte:

lo que trato de explicarte es lo siguiente:

aunque entonces no fuésemos conscientes de ello:
horacio, rufino y yo: los tres que saltamos,
calculamos mal la distancia y nos precipitamos

al vacío:





El poema aparecerá en el próximo libro
No hay tiempo para libros (Bartleby Editores)










David González




Nota: El Chino, en Gijón, es Wei Hsiao Niu, que apareció en Cimadevilla en los años veinte instalándose no en una casa normal, sino en lo que había sido Ayuntamiento de Gijón en la plaza de la Soledad. Desde entonces, esa casa se conoce como la casa del Chino y allí tenía su taller de farolillos y adornos de papel y su bar (especialidad: licor de sake y leche de pantera, o sea, leche con ginebra).



lunes, 3 de octubre de 2011

EL ESPEJO




en tu rostro con canas:
en tu boca sin colmillos:
en tu mirada con nubes:
y en tus 56 mal llevados

se refleja

cada vez que me miro en ti

mi fracaso:

mi fracaso como hombre
y mi fracaso como poeta:

así que hazme
y hazte
un favor:

llévate de mi vida
tu espejo
y sus dolorosos ecos:

porque
cuando le pregunto
ya no me responde
que soy

el más guapo:


(poema inédito)

David González


domingo, 2 de octubre de 2011

Semana dedicada a David González



COMO RAYOS QUE PARTEN AL DESTIERRO



Estaban sentados a la orilla del río,
ya no existían ni los minutos,
ni el reloj, ni el tiempo.

Alguien llega.

Él sigue dibujando un paisaje lleno de muertos,
se va quedando solo,
la luna, llena de silencio,
se esconde entre las estrellas.
Pasan los días
y las rosas, como truenos,
se deshacen en pétalos azules,
amarillos, rojos…para que el mundo no se detenga.

Con lento gemir y temblando en el bosque negro
descubren los mapas del destierro
desde el filo de la niebla, tan espesa
que borra de las pupilas la mirada que permite
avanzar por la tierra desvelada de la existencia.

Las muertes, como rayos que parten al destierro,
preparan su equipaje.
Caminan fugaces y eternas sin destino,
levantan su voz y con una gran sombra
pasan la suma de las vidas ante sus ojos vacíos de luz.







Mónica López Bordón

sábado, 1 de octubre de 2011

ASUMIENDO AL FIN LA VIDA




Resucito con los ojos del día abriéndose,
Clavando su mirada en el aire
Que vuela solo.

Dejo, al borde de un soplo invisible,
Letra por letra como si me pertenecieran.

Destejo el silencio enmohecido,
Aquel que iba por las estrellas
Como si también fuese mío.

Me hago múltiple en las emboscadas
Del invierno y primavera
Para no volver.
Asumiendo al fin la vida.






Mónica López Bordón