jueves, 28 de febrero de 2008

El paraíso sobre los tejados

Cesar Pavese y su poema EL PARAÍSO SOBRE LOS TEJADOS

Será un día tranquilo, de luz fría
como el sol que nace o muere, y el cristal
cerrará el aire sucio fuera del cielo.

Se nos despierta una mañana, una vez para siempre,
en la tibieza del último sueño: la sombra
será como la tibieza. Llenará la estancia,
por la gran ventana, un cielo más grande.
Desde la escalera, subida una vez para siempre,
no llegarán voces, ni rostros muertos.

No será necesario dejar el lecho.
Sólo el alba entrará en la estancia vacía.
Bastará la ventana para vestir cada cosa
con una tranquila claridad, casi una luz.
Se posará una sombra descarnada sobre el rostro sumergido.

Será los recuerdos como grumos de sombra
aplastados como las viejas brasas
en el camino. El recuerdo será la llama
que todavía ayer mordía en los ojos apagados.

Versión de Carles José i Solsora

1 comentario:

Simplemente Olimpia. dijo...

Será que el paraiso para el autor es la calma que no le habita.
Será que no hay mejor estancia que el sosiego, cuando se vive la destemplanza del recuerdo.

Olimpia.