martes, 4 de septiembre de 2012

Noviembre, undécimo mes del año y abrí las piernas




Abrí las piernas
y sentí el viento de noviembre
-día de los muertos y cae el muro de Berlín-
mientras, la madurez de tus manos
arrancan en caricias hambrientas
mi sexo, clandestino y libertino.

En tus oídos penetran
mis gemidos indómitos,
en mi vientre
anidan mariposas salvajes,
y mis dedos anclados a tu espalda
forjan las envestidas del bisonte blanco.

Piel húmeda, saboreada por lenguas lascivas
que anidan tras los labios húmedos y mordaces.

La bestia irrumpe en la llanura
devorando su pasto
galopando en estampida,
al encuentro de la oquedad…
y vaciar su descanso.



Beatriu C. Durany


1 comentario:

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Sutil aunque certera daga a la pasión del momento.
Un saludo