miércoles, 18 de enero de 2017

El espejo miente



Ya no bastara su muerte

ni esconderme en harapos

húmedos de lágrimas.

Cierro los pasos

en callejones oscuros

para dirigirme

al centro de la nada

y la nada es el centro

de una mujer callada

que fuma

y sonríe vino blanco

a la que está detrás del espejo.




Cristina Boyacá (Difuminada)


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