miércoles, 4 de marzo de 2009
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
Mario Benedetti
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3 comentarios:
¿Qué tal, Fernando?, ¿cómo ha ido el día? Son casi las doce,pero no he podido venir antes:-)
Bueno, en serio, me ha encantado tu comentario de hoy, ese dejarse llevar es un tipo de fe, ya lo he pensado.
Buenas noches y un beso.
Mario... como me encanta el viejo...
ahh mario benedetti
que grande..
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