domingo, 15 de marzo de 2009

HISTORIA DE LABIOS




Adolescentes perdidos en sus tímidas locuras,
hacen hoy temblar el aire con su grito
llegado del cosmos sombrío,
donde el astrólogo lee los enigmas del azar.
Siempre los labios, desde hace milenios,
dicen alcanzar las estrellas y sus números;
lo dicen desde el enorme edificio de la razón
y, sin embargo, siguen buscando a los dioses.

Esos labios tuyos dormidos,
de la adolescencia prendidos un día,
deben despertar a la vida de los sentidos,
erguirse para besar a los vivos.

Que la esfinge prosiga su hierático destino,
que permanezca dormida Kéops,
Nereo en su cueva marina,
Delfos adherido a su Pitón,
ciego Tiresias en el Hades...

Yo quiero
tus labios, tus labios vivos...



Manuel Martínez Forega


1 comentario:

Manuel Martínez Forega dijo...

Gracias por la deferencia, Fernando. Grato me resulta, porque es en una de tus estupendas páginas, que se revele mi nueva inclinación al decadentismo. Voilà este poema como homenaje sincero a la brillantez postsimbólista.
Abrazo.