sábado, 30 de abril de 2011
La excusa de los días VI
De tu casa a la mía
hay un desfiladero de fantasmas,
aparcados en fila de a uno.
Por las noches,
si se asustan,
corren a meterse en mi cama.
Marta Fuembuena Loscertales
viernes, 29 de abril de 2011
La excusa de los días V
Si somos lo que comemos
y nos comemos lo que somos,
quizá cuando acabe esta huelga
de hambre impuesta
y la forzosa ausencia de sirenas en el mar,
podamos,
los que por centímetros a lo ancho
nos expandimos,
quitarnos las máscaras
y acabar con este cruel vals de esqueletos
a punto de chocar.
Marta Fuembuena Loscertales
jueves, 28 de abril de 2011
La excusa de los días IV
Lomo hinchado eres,
cuando te cabalgo.
Cumbres firmes sientes,
cuando te espanto.
Donde estuve antes de ti,
nadie lo sabe.
Y soy, en tu ombligo,
el germen del olvido
que me ve derramada.
Frío es que no estés,
y mi cama se olvide de tu muerto.
Marta Fuembuena Loscertales
miércoles, 27 de abril de 2011
a excusa de los días III
Pisaremos el eje de rotación de la tierra,
el Polo Torpe,
cuando las veletas dejen de agitarnos.
Marcharemos hacía el frío
y la blancura de tu asombro
verá dientes frigoríficos,
escaparán sonidos escarchados
que no podrás percibir.
A cientos de años sombra,
fue difícil confiar en el calentamiento carnal.
Será, tu estatua de sal,
la última superviviente.
Marta Fuembuena Loscertales
martes, 26 de abril de 2011
La excusa de los días II
En el filamento de la memoria
me extiendo,
por tierra y aire.
Saco las cuentas de los atardeceres,
bigotes celestiales
espacios de diamante,
imantados a la orilla
al borde del acantilado.
En el filamento de la memoria
siempre hubo metralla antes que guerra,
aquí me quedo.
Marta Fuembuena Loscertales
lunes, 25 de abril de 2011
La excusa de los días I
No quise echar a andar después de ti,
tan sólo se me retrasaron los inviernos.
Las mariposas que pendían de tus paredes,
estuvieron antes en mí,
se arrastraban en gusanos de seda.
El tiempo vuelve,
como tú y como yo,
monstruos extraviados de una era
que pronto llegará.
Marta Fuembuena Loscertales
domingo, 24 de abril de 2011
CODA
Para Andrés Fisher y David Bustos
La única poesía es la que no se escribe
–cómo te lo digo yo–
La única poesía es la que surge al observar el vértice de lo que las cosas nombran
una rajadura en el tiempo-espacio de lo dicho
una geografía mental impronunciable
que coloca babosas en el lugar de flores
escarabajos en vez de letras
La única poesía es la que se mira como una pintura de Mondrian
donde la línea salta hacia el ojo
y camina por el tacto mordiéndonos la lengua
Se trata de un libro que comienza en las páginas de las ilustraciones
la capa de algo vivo que florece por una vez frente a los ojos
una rosa
que no es rosa
Arremanguémonos entonces
porque detrás del brazo hay otro brazo
lleno de arrugas y de números
y más abajo, todavía otro
lampiño y transparente
que queda detrás de lo que hay detrás
(círculos concéntricos)
cuando las palabras despellejan su idioma
ese texto indescifrable
que muestra la realidad entre sus piernas
Que esta escritura sea entonces
un granito saliendo a flote
desde la cloaca del cerebro
–cómo te digo yo–
Julio Espinosa Guerra
sábado, 23 de abril de 2011
NAFTALINA
La palabra es
una bolsa de cartón
con el logo de Pier-Cardin
o de Levis
o de la carnicería de la esquina
ya arrugada
y más seca
si se puede
que la natural sequedad de una bolsa de cartón
Una bolsa que en ella misma nada significa
muy cuidada
a pesar del tiempo
pero justamente debido al tiempo:
doblada
y guarecida del polvo
en una zona de la casa
que todos saben que existe
pero sólo su dueño
reconoce
La memoria puede ser
una bolsa de Fallabella
o de El Corte Inglés
cuando aún eran tiendas exclusivas
recluida para sacarla en contadas ocasiones
mirarla y sentir el ajetreo
y el calor y la belleza del vestido
el pantalón
la chaqueta
o la sonrisa
de la madre
el padre
la novia
quién puede saberlo
quizá sólo la mirada indiscreta
muy discreta
del dependiente
que se desliza por el canalillo de los senos
En definitiva la realidad es eso
una bolsa arrugada
que no conserva
más que un logo
un aire de lo sido:
publicidad de los recuerdos
puro empaque
que guarda puro vacío en su interior
puro vacío
y un olor a naftalina
(NAFTALINA)
insoportable.
Julio Espinosa Guerra
viernes, 22 de abril de 2011
NOMINAE
Esta habitación
vértice blando
poco fiel a la morfología de la cifra
cobija una geografía de voces ahuecadas por el uso
olor que deja el agua de las cañerías rotas sobre las cabezas
vacuidad de los objetos que de tanto querer decir
me devuelven el grito sordo del volumen agotado en la palabra
Me he quedado con su óxido bajando hacia el estómago
y su bacteria oculta tras los signos de la nieve y los colchones
En este espacio en ruinas
no hay nada para mí más que la certeza del destierro
la evidencia de la mudez y su ceniza
He entrado en la habitación con el tacto y las miradas del extraño
y he visto como el falso espejo de lo mío
me devolvía los oídos, la lengua y los ojos
todo aquello que con su nombre
alimenta al animal de lo que existe.
Julio Espinosa Guerra
jueves, 21 de abril de 2011
NOMINARE
En la palabra descansan otras palabras
acechantes extraviadas
animal que muta en el transcurso
aunque en nuestro paladar parezca
un trozo de piedra no afectado por la erosión
Palabras que son huesos de otras épocas
cubiertos con las ropas y artefactos de uso diario
Cuerpos que salen a flote en la corriente
y que a nadie llaman la atención
Hay una palabra en el revés de la palabra
que espera su momento para actuar
y otra palabra náufraga sobre los palos
que pide auxilio en la tormenta
Se pegan las palabras a palabras
con los grilletes y mortajas que los hombres fabricamos
una gramática que ha dejado de nombrar
que ya no nos revela
al muerto y al parto que se afiebra en la cifra
en el signo del dvd
los zapatos
y las vacas
Es una caja la palabra
con alma de muralla y de pez
late en su interior el cromosoma del pájaro inexistente
y un esqueleto se esconde bajo sus ladrillos en peligro de derrumbe
Palabras encadenadas a palabras
que dejan de decir de tanto usarse
la misma forma el mismo abecedario
impostura de los verbos
de la lengua quebrada en su sonido
Hay más palabras en la palabra
otra forma de decir (de llenar)
el hueco que queda vacío
cuando la carne del gran cetáceo
se seca
se hace humo
en nuestra boca.
Julio Espinosa Guerra
miércoles, 20 de abril de 2011
EXAMEN
Cuántas vidas se viven en una vida
Cuántas capas de epidermis hemos ido dejando en el camino
Cuántos seres hemos sido antes de ser el que somos
Me detengo frente a la pantalla del ordenador
y leo textos y más textos que nunca llegarán a ninguna parte
Casas que naufragan
Barcos que vuelan
Aviones que hacen de autobuses
Amores
Al fin, amores
que pasan sin concretarse
cada día frente a los ojos
Cuántas vidas pasan por la corriente del río
Cuántas danzas de la muerte bailan nuestras células
Cuántos pensamientos, cuántos sueños
tirados al tarro de la basura
esperando que a la medianoche pase un camión
recolectando los huesos, los nervios, los órganos, las ilusiones
de ese que nunca seremos pero que cada día se duerme
cuando despertamos
Me detengo de nuevo frente a la memoria
He sido el hombre sin lenguaje
el hombre sin mujer
el hombre sin zapatos
el hombre sin amigos
el hombre sin sexo
el hombre sin sol
el hombre con miedo
el hombre torturado
el hombre suspendido de un alambre
el hombre niño llorando por las noches
el hombre sin comida
el hombre para el que nunca alcanzarán estas palabras
Cuántas muertes, cuántas piedras, cuánto liquen se ha acumulado en la corriente
Cuántas resurrecciones y cuántas traiciones
Allí en el fondo me espera mi memoria Maldita memoria Traicionera memoria
Las vidas que recordamos nunca han sido nuestras vidas
Todo lo distorsionan los espejos
No existe primavera que no haya sido antes una suma de sonidos
sílabas que han pintado en su dibujo todo lo que nos iba a ocurrir
No ha habido geranios al borde del recuerdo
Ni caracoles pariendo la belleza
Todo es mentira
Pero es nuestra vida
Cuántas palabras hay que acumular para volver a sentir que respiramos
y que lo hacemos por la misma nariz los mismo pulmones los mismos ojos
atacados por la fiebre con que recibimos la noticia del naufragio
la enfermedad la muerte y la madera
Dónde han quedado los lugares
La senda que pisamos
Las piedras con que jugamos a la payaya
Las canicas se han astillado
se han hecho pequeños cristales en nuestra frente
No queda más que una vieja pelota de plástico
pinchada
en el sitio baldío de la memoria
¿Cuántos sonidos llenos de sentido
de vacío
hay que acumular en una página
para volver a caminar el feliz territorio de la infancia?
Julio Espinosa Guerra
martes, 19 de abril de 2011
NADIE NOS DIJO
Para Mar Sánchez Extremera
El gato se asoma negro al tejado del edificio
Mira la sorpresa con su único ojo
y vuelve hacia mí
resfregando su ronroneo contra el pantalón
Nadie nos dijo qué era la felicidad
Nos paseamos juntos por el monte
Casi no hablamos
La nieve entra a las zapatillas
Poesía, gatos y frío abriendo los ojos
Los palos golpean los riñones
El padre llora
Leo “ser como el grillo y su canto
permanecer oculto en las esquinas de la casa
y decir tanto con tan poco”
y me aplauden y sonrío y no
termino de entender
Escribo sobre un árbol asfixiado por la ciudad
10 años
Por la noche te abrazo con la conciencia del sueño
Es agradable la colcha sobre la piel
y saber que abajo de la cama
por el parquet
hay otro universo que no comprendemos
pero sentimos
Hambre leche soledad
un pan duro que se come con ansias
un regalo indeseado que se agradece sonriendo a los padres
Veo tierra verde las nubes la lluvia
cuerpo abierto que abraza la vista
y la carretera
como un mal sueño
Una ciudad desconocida y dolorosa
que después de 7 años
ya no es desconocida ni dolorosa:
el milagro de adoquines y amigos
que reconstruyen una vida.
Mi cuerpo apoyado en la cocina
mis ojos observando el desordenado orden del tiempo
mi mano escribiendo estas palabras:
un pésimo poema
de un pésimo poeta:
Nadie nos dijo que esto era la felicidad
Julio Espinosa Guerra
lunes, 18 de abril de 2011
CATÁLOGO AVON
A mis padres, que ya son viejos.
Me encuentro sobre el escritorio
con el catálogo Avon
Recuerdo esos productos
que vendía mi madre
para sacar cuatro mil
cinco mil pesos más
Nada o casi nada
que se transformaba
en unos kilos de papas o arroz
para llegar a fin de mes
Ella era profesora
ahora tiene artritis
Y es mi mujer
la que hoy compra esos productos
en la tienda de la esquina
acá
en el otro mundo
en el viejo continente
Abro sus páginas
y me encuentro con una serie de potingues
que no conocía
y las chicas Avon
que marcaron mi primera adolescencia
con su ropa interior
y lo que imaginaba encapuchado en la cama
Ya no alegran
ni agitan
ni sudan
mis noches
Pero
es curioso
quién lo diría
me traen el vago recuerdo
de la lluvia
la tierra mojada
las gotas cayendo
sobre las ventanas de plástico
el viento metiéndose dentro de la habitación
y a mi madre
mi padre
a última hora
en la cocina
sudando
amasando y horneando el pan del día próximo
el de ayer
el que parto y mastico hoy.
Julio Espinosa Guerra
domingo, 17 de abril de 2011
DOMINGO
Todo el mundo ríe y canta y baila
yo escribo sobre gente que ríe y canta y baila
yo no me siento feliz, en absoluto
no estoy peor ni mejor que hace diez minutos
no estoy peor ni mejor que hace diez años,
no me siento feliz en absoluto.
A veces telefonear a mis ex-novias
preguntando entre sollozos que me llevó a perderlas
y que contesten que fui yo quién las dejó
me ayuda un poco con esta espera.
Escribo cosas sobre gente que ríe y canta y baila
todos lo hacen, la gente ríe y canta y baila.
David Yáñez
sábado, 16 de abril de 2011
SÁBADO
Desde esta orilla no se ve el mar.
Nunca se ve el mar,
por las puertas entreabiertas
de esta casa que olvidó
lo que yo aprendí ventanas adentro,
estas noches encerradas en botellas
como genios maravillosos que no son mis amigos
hacen del pasado de esta casa
un lugar de pies fríos y cuerpos desnudos
que se aman buscándose en la calle
como perros enamorados.
Todos preguntan ¿dónde está David ahora
que todos le buscan gritando por las calles?
Estoy aquí, en mi casa cuartel,
leyendo noticias de ayer en los periódicos,
[los americanos ganaron de nuevo.
Si otra vez nos sentásemos
todos juntos
a escuchar el ruido de la niebla
sobre los hombros desnudos de la cuidad
también estarías tú aquí conmigo,
por todos aquellos que pisan la lluvia
y se pierden bajo la luz eléctrica.
Vendría también mi mujer y su regazo
[ de agua como un nenúfar de sueño y plata,
nuestra pequeña,
nuestra musa para pagar el alquiler
tampoco sería la última;
me gustaría teneros a todos aquí.
Cuando vengan a por mí
espero teneros a todos aquí conmigo,
sé que no todo ha sido bueno,
pero si no, no habría valido la pena.
Y me verán todos, en mi casa cuartel
entre estanterías vacías y libros desordenados,
con mi huracán con nombre de mujer,
brindando por los bombardeos
con una botella y la boca rota,
sin gritos ni preguntas, para qué.
Cuando pronuncien mi nombre
sólo quiero que escuchen
sus palabras.
Mi nombre.
David Yáñez
viernes, 15 de abril de 2011
VIERNES
Escenario: Una habitación poco amueblada,
frente a la ventana un chico
entorna los ojos,
una morena se hace un ovillo en la cama,
por la ventana sólo se ve una pared.
Suena una canción hortera…
-Para una vez que canta el mundo al unísono
no te sabes la canción, hoy no es sábado
sigue siendo viernes, así que aún tienes tiempo
para enfrentarte un poco más al huracán
mientras haces sombras chinas con mi cuerpo.
-En esta casa hubo una vez tanta gente que ahora
no acaba de comprender por qué
contigo no tiemblan las estrellas allá arriba
cuando en silencios que duran toda la noche
las mujeres que se quedan a dormir
despiertan malhumoradas fumando cigarrillos.
(Y una vez más se siente huérfana de madre
esta princesa de ventanas de aluminio y horizonte
[como si fuera un error)
-La amenaza del día se cierne sobre los tejados
mientras tú escribes sobre el colchón en segunda persona
con tus círculos de humo y tu música en inglés.
-Me gustan tus piernas.
(V.O.) debería ser sábado. Nunca es sábado.
David Yáñez
jueves, 14 de abril de 2011
JUEVES
Mirando el jueves
con una sensación huérfana,
le digo a mi reflejo en la ventana:
soy una rock’n’roll star
andando por las vías del tren
[hacia casa.
Mi reflejo me sonríe y dice:
I’m not in love.
Yo sonrío también.
La oscuridad que existe
en el hueco del ascensor
tiene algunos secretos más
que el típico polvo
a las seis de la mañana
y hablar utilizando palabras
[en inglés.
Esta enfermedad del inglés
es siempre lo mismo.
Quizás son sueños
de destrucción masiva
contra el mundo,
cerrar los ojos y
ver más allá de todo
lo que existe.
Decir: “todo
está concentrado
en un solo punto”,
una bala
alojada en el cerebro
desplazándose
irreversible como una mujer
estrellando contra la pared
todo lo que te gusta,
como un dulce,
como un tarro de caramelos. ¿No?
Demasiados trozos de espejo
para intentar reconocerse.
¿Conseguirán matarme?
Son estos pensamientos
rock’n’roll con
palabras desnudas
de toda magia,
es el universo entero
gritando
¿no ves tu nombre
en las paredes?
No voy a cerrar los ojos,
tengo suficientes pastillas
y no puedo ver más
que mi propio cuerpo,
en esta habitación
está amaneciendo o
estoy intentando
escapar a la oscuridad.
En el ascensor
una pareja de chavales
para entre el cuarto y el quinto,
creo que mi historia
no está lista
para darle final.
Bajaré por las escaleras.
David Yáñez
miércoles, 13 de abril de 2011
MIÉRCOLES
(Walt Whitman)
Este miércoles,
como el quizá de una mujer desnuda
es el único autor de tus poemas,
tú, bueno, los pasas a máquina e intentas
[venderlos;
pero no te mientas
eso de que tendrás que arrancártelos a la fuerza
utilizando toda la sangre disponible
como aquel oso de trapo que se dejó tuerto
para no jugar nunca más con la niñita rubia
es para los que hacen ángeles de nieve,
tú no vales tanto
sin ella desnuda.
En esta guerra mundial contra la inmensidad
y el vacío mirándose directamente a los ojos
los disparos son de contado, no pienso salir
de la cama.
Otra noche más creyéndome el capitán del navío
trazaré nuevo rumbo suponiendo cómo era
el mar, sí, el mar
antes de dormir entre sus piernas.
¿Qué escribiré en esta hoja
[cuando baje la marea?
Quizá algo como:
¡Oh Capitán, mi capitán!
¡Oh capitán, mi capitán!
Te dirá esta noche una mujer, después
te hará el amor, y será ella, sólo ella
el autor de tus poemas,
tú, bueno, escribes a máquina.
martes, 12 de abril de 2011
MARTES
Martes otra vez, o ya no me acuerdo
y si es miércoles o jueves o vino
la semana santa y es día de cenizas,
o si es quizá que olvidé mi nombre
al otro lado de la ciudad,
o fue por carreteras mal asfaltadas
a esas horas de la noche donde es difícil
conducirse directamente a casa
sin contemplar al creador entre los taxis
o amantes en las aceras entre los cientos
de rostros que aparecen y desaparecen
como fotocopias más reales que las visiones
del loco Easy Rider del desierto.
Estoy perdido
y no sé si podré seguir estando perdido
ahora que el aire sopla endemoniado
[en todas direcciones.
David Yáñez
lunes, 11 de abril de 2011
LUNES
Lunes encogiendo las piernas
bajo las sábanas.
Ha muerto un hombre.
Se acostó siendo un tipo corriente,
y hoy se ha levantado siendo otra cosa,
una persona muy diferente,
como los autobuses urbanos
en domingo.
Los de siempre le ganaron
[de nuevo,
limpiamente.
Decidió borrarse,
ya lo había estado pensando,
pero nunca antes tuvo el valor.
Hablo de un año entero
golpeando como un hombre
y amando como una mujer,
mirando a cada paso dónde poner
[el siguiente pie,
y nunca encontrar a la estrella
en el backstage.
Después de aquel invierno
tras las ventanas
el horizonte era su mejor opción.
Lo último que escuché de él
es que terminó como las cartas
[sin remite.
Sus tres grandes palabras
se perdieron.
Dirección equivocada.
David Yáñez
domingo, 10 de abril de 2011
Máximas prestaciones
Máximas prestaciones mínimo consumo
te lo clavan en la cabeza
lo que tú quieres lo que tú necesitas creen
ser tu máxima prestación para tu mínimo consumo
precíntate al vacío
etiquétate
eres lo máximo para insatisfechos
consumirme es lo mínimo para tu necesidad
Ada Menéndez
sábado, 9 de abril de 2011
Hay un sorteo de aviones
Hay un sorteo de aviones por la carretera de Burgos
si conduces de madrugada los ves
azafatas pilotos pasajeros manos quehaceres
no se esconden no se rinden son extraordinarios aparatos
golpean tu vista como un bofetón a una niña contestona
se deslizan sobre el tejado de tus cuatro ruedas quieren
romperte a la mitad
los persigues
los enfocas
el CO2 alinea la autopista del Duero
Ada Menéndez
viernes, 8 de abril de 2011
En las alcantarillas
En las alcantarillas viven agazapados seres diminutos peligrosos
te digo escúchame por favor ponte a resguardo te digo
ellos hablan sin descanso de forma circular se expresan
atando palabras te licúan el cerebro
son muy perseverantes estos
políticos
Ada Menéndez
jueves, 7 de abril de 2011
Godzilla
Godzilla arrancó de cuajo los puentes de los hombres
se sintieron perdidos no supieron trazar nuevas vías
tras asamblea decidieron no continuar adelante
no tiene sentido y vosotros sin preparación
qué vais a hacer qué va a ser de este mundo
si el más fuerte os ha abandonado
Ada Menéndez
miércoles, 6 de abril de 2011
Un ovni en mi balcón
Un ovni en mi balcón debería aterrizar le dejaría
espacio suficiente entre geranios y petunias lo cuidaría
con mucho mimo permitiría
al extraterrestre sumarse a mi mesa siempre lentejas
en su plato y nunca sería un extranjero
no le faltaría nada porque a mí todo me sobra
el espacio me sobran las mantas me sobran
conversaciones monopolizadas por terrícolas
mi hombre de otro planeta giraría
alrededor de mi eje experimentando
me
Ada Menéndez
martes, 5 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
POEMAS DE “TRIÁNGULO ESCALENO”
I / i
Fascinación que se deshace
Entre inusitadas voces
Reclamando el detalle
Ruido que de va de boca en
Boca desangrando la interpretación
I / ii
Sorprenderse aletargando
Sorpresiva insinuación
Lo que queda el residuo
Detrás del caudaloso fin.
I / iii
Lo olvidado en algo
Convence a la jugada
Ver ahí lo que queda
Reacción por satisfacerse.
I / iv
Oscuridad en el viento
Del paso a la ceniza
No ilumina breve fuego
Que desforesta el escenario.
I / v
La suma y la resta
Son estudiadas vacilaciones
Arrancar la herida con dientes
Enseñando ímpetu degenerado.
I / vi
No hay tiempo que
Ahorre lenguaje afiebrado
Por el tacto permitiendo
Ensoñación encintada por el vidrio.
I / vii
Insobornable
La fiebre barnizando el esqueleto
X lesividad Y mordaza Z artefacto
El aborto informativo el dato celoso.
II / i
Atardecer en Zürich con resaca
Plomiza hay un auge desaforado
En la mirada imagina moja lagos suizos
Están ahí mientras fluye lo volátil.
II / ii
Ahora rueda en ajeno
Giro canto silencioso mirar
Los ojos hasta el último ojo
Cuando se acerca la salida.
II/ iii
Los cazadores de WIFI
En el rellano también el humor
Cuadratura del e-mail très vite et drôle
Humor única donación posible de sangre.
II / iv
Se derrama el café caliente
En la huida cual detalle olor subyace
Detrás del grano: detener lo excesivo
paupérrimo pago al desconocido mal sabor encuentra.
II/ v
Aguardentosa debilidad sacude que va
Así por así cual fin destello: algo de fantasma
Órbita al aeropuerto hay que regresar de este trayecto
Mixtura de registros e ideas: destronar así perezas.
III / i-ii-iii
Estamental el caso
Visto desde lejos
Silencio por costados
Ahí va el dinero
Aereopuerto aereopuerto
Vuelan los fajos delicia
Hasta que se proclama la declaración
Al Sobrepasar los 10.000 €
No es tan problemático
Difícil salir con ese dinero
Que se hecha de menos
Pero te lo prestan fácil
Pague su deuda
Devuelva el entusiasmo
Regalo a regalo
Sonrisa y cual descuento
Manía coca-colera
Por el auge númerico
Crisis que se quiere crisis
Evoluciona la sintaxis
Depresiva así va desastre
Se muda el trabajo
Donde ese mismo quiere
Ese mismo x fabricante
Dinero dinero donde estás
Que no te veo dinero donde
Huyes que no te encuentro pagan
Mal y en T.V observadas
Noticisa a noticias: lo narrado
El desastre ahora deviene
Mal narrado quieren dinero
Pero ya no prestan los bancos
Aunque solucionado: el estado
Da esa mano pero mejor no
Darla uno mismo
Se la pueden cortar a uno
Con el cambio devuelto
En las manos claro.
Eduardo Fariña
sábado, 2 de abril de 2011
PASTILLAS PARA NADA
es como si 50 teléfonos móviles
sonaran en el interior del estómago
otra visita al medico de cabecera
necesitamos pastillas a montones
porque tenemos pastillas para todo
como si me encontrase lo
bastante sano para
buscar un problema que sacase
a la vida por un buen rato del
estacionamiento no a las aspirinas
frívolas hay un síntoma que no
se puede sobornar con lo inmediato
veo los coches pasar por mi lado
y sé que no es más que un desierto
la jamás dice que es hora de
buscar significantes como
si follarse a una adverbio
no sirviera de nada
salvo estás con el alcohol
hasta lá medula y no
bastarán pastillas para
nada la nada y/o el porqué
fueran simples proximidades.
Eduardo Fariña
viernes, 1 de abril de 2011
(FRONTERAS)
existes en los límites Poema de madrugada
que te quieres en los límites más invisibles
en la abdicación de lo céntrico
desdén a menudo carente de posibilidad
Poema de madrugada traficas lozanías
Con arte de orate principiante pero desobedeces
La arrogancia del reloj rubor horas y aspirinas.
en esas fronteras convocas el auxilio de mi
insomnio
cascabeleando así tu decir
/ adictos a la polisemia descubrimos que somos
escritos por lo mismo y nos sobra el amanecer /
locura de vivir en su límite Poema de madrugada
te bates entre la astucia y la promesa
más bien crisálida serena en su oscuridad
no impaciente por su vuelo futuro.
de tu pecho arranco
mi voz el enigma.
extraño el decir cuando se nutre de arquitecturas
y tu intervienes la circunstancia del mármol
sin llevar el conteo de las veces que vuelves a
vivir en el momento en que te consideran texto
y tu construcción no puede rivalizar con la
transparencia
de lo alimenticio de la opinión en parte vitamina
sabor o resaca
dejar el ADN las entrañas recién abiertas en
cuadriculada blancura
descargables y enlazables donde haga falta
desprender pelaje.
esta mano que te escribe
te transmite un movimiento
preciado cráter de la edad
Poema de madrugada así nace tu ser cumpliendo
la mirada
vapor en agua deshaces el exceso de mi tacto
taza de café oxigena dureza por cantar mañanas.
desorden en lo extraño y la víscera descubierta
no hay simulación en fronteras hiperkinéticas
en el lapso de tu mirada leo un algo
/ dieta de mi oscuridad unos márgenes /
Eduardo Fariña