¡Oh Capitán, mi Capitán!
(Walt Whitman)
(Walt Whitman)
Este miércoles,
como el quizá de una mujer desnuda
es el único autor de tus poemas,
tú, bueno, los pasas a máquina e intentas
[venderlos;
pero no te mientas
eso de que tendrás que arrancártelos a la fuerza
utilizando toda la sangre disponible
como aquel oso de trapo que se dejó tuerto
para no jugar nunca más con la niñita rubia
es para los que hacen ángeles de nieve,
tú no vales tanto
sin ella desnuda.
En esta guerra mundial contra la inmensidad
y el vacío mirándose directamente a los ojos
los disparos son de contado, no pienso salir
de la cama.
Otra noche más creyéndome el capitán del navío
trazaré nuevo rumbo suponiendo cómo era
el mar, sí, el mar
antes de dormir entre sus piernas.
¿Qué escribiré en esta hoja
[cuando baje la marea?
Quizá algo como:
¡Oh Capitán, mi capitán!
¡Oh capitán, mi capitán!
Te dirá esta noche una mujer, después
te hará el amor, y será ella, sólo ella
el autor de tus poemas,
tú, bueno, escribes a máquina.
David Yáñez
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