Estoy cansada,
de ser algo semejante a un tejido.
De no comprender,
por qué tengo manos y no ojos
que proclamen estúpidas cegueras.
De que la perplejidad ,
me relacione con vientos helados
y alturas desmedidas.
Cansada,
de que la certeza,
haya olvidado el modo humano
de sanarme.
Mamen Alegre
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