Caes desde el fondo de tus ojos
como sutil gota que, impasible,
se detiene ante mi ávida mirada.
Caes desde la nieve, palpitando
corazones que huyen de todo
y que a todo se enfrentan por un beso.
Caen ante mí, ¡oh, fugaces quimeras!
tus espacios, tus leyes,
una lágrima que, herida, sabe de destierros
y, a lo lejos, tu última palabra;
caen desde el centro de tu pecho enmudecido
sobre frutales que pronto tornaran al fruto,
sobre la tierra que se expande en barros
y que se llevará el tiempo en memorias perdidas.
Caes desde mí, desde el infinito
horizonte que me aterra,
desde la calle que me mira con ojos infelices.
Caes y así empapas mis besos
en posición de espera para siempre.
José Cercas
jueves, 12 de enero de 2012
Lluvia
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1 comentario:
Muy chulo. me gusta mucho.
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