sábado, 24 de octubre de 2009





En la cocina no hay especias
en el dormitorio no hay sueño.



Adam Zagajewski



A Juana Vázquez, porque no le importa que sea un chica mala







La noche acaba siempre aplastándonos,
podría incluso apoderarse
del puesto de trabajo de cualquier apisonadora,
tú lo sabes pero tienes un don natural para fingir,
un don que no siempre agradeces cuando llega la mañana
y tienes que encontrarte cara a cara con ella
y reconocer que se trata de una poderosa multinacional
en la que fichar no es una cuestión de ética
sino de supervivencia.
Si no llegas a la hora exacta,
se convertirá en una mujer celosa que hablará mal de ti,
que te pondrá en venta y te obligará a desear la muerte
porque si no mueres ese mismo día, convencerá a Dios
para que no encuentre ninguna razón que le incite a hacerte inmortal.
Así que piénsalo bien antes de entregarte de nuevo a la vigilia,
viola si es necesario la caja de somníferos
que lleva algunas noches imitando a las sirenas,
pero no olvides dejarla vacía
sabes muy bien que los testigos son inversamente proporcionales
a las personas imperfectas,
piénsalo bien o habrás dormido en vano.



Sonia Fides


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