sábado, 18 de septiembre de 2010
Más que abierta, viva
Hoy la herida más que abierta está viva
y en los dedos traba ignoracia para que obvie
la métrica y su cuidado. En su reino ¡Qué altiva!
No me gustó jamás el protocolo anticuado
con el que afinan tontas trompetas de alabanza
ni placer me supuso el alarde continuado
cuando ahora trócase en amiga lanza.
En el cielo siempre satélite el mismo
que da cobijo a los enamorados de un día.
¡Oh amor fatuo que no puedes seguir el ritmo
de un solsticio de amor en cercana lejanía!
Ya sé por qué portamos este estigma,
la herida abierta es sólo la cubierta
del brazo verdugo que la vuelve un enigma.
Mas me supongo yo,
perdonen mi evasiva,
que si la herida se abre,
la sangre fluye… viva.
¡Y en eso ando! Fregando borbotones
que han manchado mi suelo,
enormemente, con carmesines goterones.
Dudo si mi vena vendar o mi suelo pulir.
¿Es más relevante crecer que sobrevivir?
En verdad qué tristeza que me ahoga.
Busco consulo en anónimas voces.
¿Es hora de buscarme ya la soga
o permito que me sigan dando coces?
Verónica Victoria Romero Reyes
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